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Los cuatro jinetes del Apocalipsis

David Torres

Reconozco que he tenido que zambullirme en mi vieja Biblia y en mi nueva Wikipedia para refrescar mis recuerdos sobre quienes eran los cuatro jinetes del Apocalipsis. A modo muy resumido, y con el permiso de los eruditos en la materia, les diré qye son la representación metafórica que San Juan hace su Libro de las Revelaciones (Nuevo Testamento) sobre diferentes eventos o males que tendrán lugar al final de los tiempos. Éstos son cuatro caballeros que aparecen montados en sendos jamelgos blanco, rojo, negro y un cuarto amarillo y que representan: el caballo rojo, la guerra; el Caballo negro es el hambre; el Caballo amarillento, la enfermedad; y el Caballo blanco, representa para algunos la muerte porque todo lo vence, aunque en este último hay disparidad de opiniones.

La visión debió ser, valga la redundancia, apocalíptica y, sin duda, muy instructiva cuando fue escrita en el siglo I o II por San Juan el Evangelista. Seguro que los primeros cristianos se asustaron al verlo u oírlo -que no leerlo- tanto como Gary Neville y los aficionados del Valencia deben de estar si no atienden a las revelaciones o señales vividas en los últimos tiempos y, por ende, no aplican sus enseñanzas.  
La última guerra sin ir más lejos entre Amadeo Salvo y Nuno Espírito Santo y que, a la postre, ha terminado con los dos fuera del Valencia, y con un club desestructurado sin director deportivo ni organización interna suficiente para regirlo.
Porque en el Valencia, a pesar de la paz y la paciencia que pide Layhoon, ya hemos conocido al caballo rojo, personificado por las muchas guerras sociales vividas. La última sin ir más lejos entre Amadeo Salvo y Nuno Espírito Santo y que, a la postre, ha terminado con los dos fuera del Valencia, y con un club desestructurado sin director deportivo ni organización interna suficiente para regirlo. 
Tambien hemos visto pasar al caballo negro. Los cuarentones hemos vivido la peor época de sequía de títulos de la historia del club (entre 1980 y 1999). El hambre era atroz y nos saciamos durante una década gloriosa hasta que en 2008 volvió la hambruna. De eso ya han pasado ocho años y la sequía de éxitos vuelve a asolar nuestras vidas de aficionados. Hemos presenciado como el club estaba al borde de la desaparición y cómo tuvo que aparecer Peter Lim para que casi cien años de historia no se fueran al garete. ¿Cuánto tiempo más tendremos que estar famélicos? Probablemente mucho si las cosas no cambian radicalmente y no aprendemos de las enseñanzas presentes para aplicarlas en el futuro.

La dirección, la empresa, Peter Lim y Layhoon son todo voluntad, pero les faltan horas de rodaje. Probablemente las mismas que no tenía Nuno y que ahora Gary Neville echa en falta para hacerse con las riendas del equipo. El inglés es todo ganas y pundonor, pero le falta tiempo y eso es justo lo que no tiene.
Por si ésto fuera poco, en la actualidad vivimos en la época del Jinete Amarillo o el de la enfermedad. Nuestro presente está dominado por una enfermedad (la de juventud y la falta de experiencia) que asola desde el primero al último de los estamentos de la entidad. La dirección, la empresa, Peter Lim y Layhoon son todo voluntad, pero les faltan horas de rodaje. Probablemente las mismas que no tenía Nuno y que ahora Gary Neville echa en falta para hacerse con las riendas del equipo. El inglés es todo ganas y pundonor, pero le falta tiempo y eso es justo lo que no tiene.
¿Y que decir de la plantilla? Sin duda éstos son los principales aquejados por los cascos del caballo amarillo; son los casos más graves de la enfermedad de la experiencia. En cuanto han venido mal dadas y el equipo ha tenido que luchar en varios frentes con los veteranos relegados a segunda fila por Nuno, el bloque ha temblado como un flan; los jugadores han pecado de falta de personalidad y de falta de experiencia para sacar adelante una situación que se ha complicado semanas atrás.
Si bien es cierto, el empate ante el Real Madrid, más por las formas que por el resultado en sí, abre un poco la puerta de la esperanza para los valencianistas, que sin embargo no pueden olvidar que este equipo bisoño e inexperto navega todavía a años luz de las plazas de la Liga de Campeones. Porque el empate ante el Madrid es tan bueno como insuficiente

El equipo se abraza tras el 1-1. (Foto: La Liga)

Empieza el mes de enero. Me consta que en el club empezando por Layhoon y el propio Gary Neville han detectado las enseñanzas de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis y quieren aplicarlas. Evitemos pues conocer al cuarto jinete, el que monta Caballo blanco; que sería de nuevo dejar la planificación deportiva en manos de Jorge Mendes (ya sea en el mercado de invierno o en el de verano). Es decir, basta de Abdennoures, Aderllanes Santos y demás. Pues no olviden que el jinete blanco representa la muerte. Por cierto, ¿qué tal si aprovechamos que Benítez está por Valencia para repescarlo? Que los Reyes les traigan muchas cosas y al Valencia y al resto de equipo valencianos buenos resultados, que falta les hace. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque Valencia.

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