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Es Noticia

¡Vamos niños!

Francis Ruiz


Este es mi pequeño espacio. Aquí escribo lo que me da la gana y la gente buena de ElDesmarque me brinda la oportunidad de hacerlo. Algunos me dicen que lo mío no es humor, o que al menos es humor muy malo; seguro que tienen razón.
Hoy es difícil hacer humor con tan mal humor.
Pienso en mis cuatro sobrinos (y el quinto que ya está empezando a dar patadas), y no quiero que crezcan en este mundo. Un mundo lleno de racismo, machismo; odio en definitiva.
Ellos aún no saben la mierda que nos rodea. Ellos son pequeños felices que ignoran, por suerte, que todo eso de ahí fuera está contaminado por el miedo y el terror.
Tristemente, todos los días están matando gente de manera infame por todo el mundo. Lo que ha pasado en París es cierto que ocurre cada maldito segundo en otras muchísimas ciudades de todo este jodido planeta. Es verdad que parece que sólo nos duele cuando ocurre cerca (geográfica o culturalmente). Qué triste es esto, pero es que es así. Ocurre que no es lo mismo cuando fallecen nuestros familiares o amigos que cuando lo hace algún desconocido. La cercanía, desgraciadamente, genera compasión, pena, pero sobre todo dolor. Es una puta ley no escrita, pero es que es así.
Y no quiero que estos niños, mis sobrinos y tus hijos, crezcan así. Yo quiero que ellos siempre tengan esa ilusión por la felicidad. Que unos pocos locos no le inflen el globo del odio. Que el rencor no forme parte del desayuno de cada día. Quiero que los que hoy son sus amiguitos, Mohamed u Omar, mañana vayan a sus cumpleaños, que hagan botellones con ellos, que fumen porros juntos. ¡Que tengan hijos entre ellos, joder! ¡Que vivan y que convivan!
Da mucha pena pensar que por sus cabezas, muy pronto, pasará lo mismo que por la mía: pesimismo, pena, frustración, agonía, angustia, tristeza.
Ponte una bandera de Francia, haz minutos de silencio, escribe ese “pray for” y todo lo que te dé la puta gana, pero haz todo lo posible para que mis sobrinos (y los tuyos) vivan en un mundo lejos del miedo, el odio y el rencor.
Los perturbados son perturbados en el norte y el sur, en oriente y occidente, en cualquier religión. Estos detestables imbéciles son muy peligrosos pero no tienen apellidos comunes.
Ojalá despertar mañana y que nunca hubiese sido 13 de noviembre.
Hoy acompañaré la cerveza con cous cous y cordero.

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