La importancia de gestionar las derrotas

Hablar de Rubén de la Barrera en el seno del Real Valladolid no está bien visto. Su nombre no está bien valorado. Toda la polémica con Toni Villa no le ha dejado en buen lugar. Independientemente de cómo sea valorado, el entrenador gallego de la Cultural y Deportiva Leonesa realizaba una interesante reflexión hace dos semanas tras perder en pretemporada con la Sociedad Deportiva Ponferradina. El equipo de Segunda División B se imponía al de LaLiga 1|2|3 en lo que suponía un pequeño palo para la preparación del equipo leonés. El míster quiso quitar hierro al asunto al afirmar que en Segunda un detalle muy importante para conseguir los objetivos es "la gestión de la derrota".

 
En una categoría como ésta, perder aparece mucho. Más de lo previsto. Saber entender las circunstancias de la derrota, realizar una lectura positiva y una reflexión meditada genera un punto de éxito en cualquier derrota. Bajo este camino debe estar fluyendo la semana del Pucela. Pese a las incorporaciones de Asier Villalibre y Kiko Olivas, sigue estando marcada por la derrota (1-2) ante el Fútbol Club Barcelona B, una derrota inesperada pero desde la que el Real Valladolid debe construir los detalles que aún no tenga y pulir los matices que necesite.