Es Noticia

Bilbo FS, retrato de un naufragio anunciado

El periodista Ernesto Díaz fue homenajeado por el Bilbo FS.
Ernesto Díaz

Llorosas y hundidas. Esa fue la imagen de las jugadoras del equipo bilbaíno del Bilbo FS tras los 40 minutos de juego del Bilbo-Móstoles, resueltos por las madrileñas con un marcador de (1-8) que deja bien claro quien fue mejor. Un resultado demoledor en el día que había que ganar. Del disgusto del 0-2 tempranero al 1-2 de la esperanza y, como un mazazo, el 1-3,... al que siguió el 1-5, momento en el que José Andrés Muñoz hizo un intento baldío para neutralizar la desventaja jugando con la portería al descubierto y sumando un efectivo más al ataque.

Una decisión valiente, pero insensata para un buen sector del público, según pudimos constatar. Resultaba harto poco creíble que el equipo pudiera meter cuatro goles. En los peores rondos nunca vistos, el Bilbo encajó tres tantos (y pudieron ser más). Y es que, lo que quería el corazón de las jugadoras bilbaínas lo negó la cabeza.

Destempladas, torpes, sin recursos, las locales parecieron un juguete del Móstoles. En ningún caso puede negárseles empeño, combatividad y entusiasmo. Pero con voluntad, sólo con voluntad, en la máxima liga –cada vez más profesional-, los equipos modestos nada pueden hacer. Se trata de una competición muy exigente, casi cruel, y el Móstoles jugó sin piedad.

Me apresuro a recordar el popular dicho de que ‘a perro flaco, todos son pulgas’. Al Bilbo le faltó suerte en la última jornada, y también en otras anteriores que, sin duda, hubieran endulzado algunos resultados. La prolongada ausencia de una pieza clave como Garbiñe y, últimamente, la lesión fibrilar de Delisse, son parte de las desgracias del equipo. Los fichajes a la carrera de la finlandesa Senni Viren y de tres brasileñas tampoco han sido un revulsivo.

La plantilla recibida en el Ayuntamiento de Bilbao tras la consecución del ascenso a Primera (Foto: Bilbo FS).

Los refuerzos llegaron en hora tardía, se han integrado bien y con celeridad en la
plantilla, pero ninguno de ellos ha alumbrado la posibilidad de un milagro. Y nada
digamos del pobre respaldo moral y económico de las autoridades deportivas.
Incluso del público, escaso, por lo que serán pocos los que lloren la caída, el
descenso, del equipo representativo de la ciudad de Bilbao.

Después de perder ante las mostoleñas, lo que en términos boxísticos sería una derrota por KO, solo resta decir que el último cartucho, a seis jornadas del final de la liga, lo quemará el Bilbo FS el próximo fin de semana jugando en el campo del Majadahonda. Será imperativo ganar para mantener difícilmente la esperanza de una salvación in extremis. Hay que ir con todo a la cancha madrileña.

Por Ernesto Díaz, 55 años en el periodismo deportivo de Bizkaia

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar