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Un Athletic sin ideas, un Athletic sin entrenador

Abel Romera

Otro partido nefasto del Athletic Club, este con derrota incluida en Girona por dos goles a cero. Y lo que es peor, una derrota en la que el equipo se mostró sin ideas para hacer frente a un rival que hizo y deshizo a su antojo. Los leones no rugieron en Montilivi salvo en un par de destellos que en noventa minutos es un bagaje paupérrimo.

Sin ser un derroche de entrega y casta el partido de cada uno de los jugadores que estuvieron sobre el césped, es fácil deducir que el problema que lastra al equipo no es de ellos. La función principal de un entrenador es surtir de ideas al grupo y diseñar un sistema de juego, dos cosas de las que carece el actual Athletic.  Era obligatorio dar la oportunidad a Cuco Ziganda de demostrar en el primer equipo su buen hacer con el Bilbao Athletic, al que ascendió a Segunda División después de 18 años sin pisar la categoría de plata. Pero si era justo, como digo, darle la ocasión de mostrar su valía, es también necesario saber escoger el momento en el que decir basta y reconocer que con él el equipo no da más de sí.
  Transcurrida ya más de la mitad de la temporada, se antoja imprescindible un timonazo, un cambio en la cabeza caliente del equipo. No se entiende o, por lo menos yo no entiendo, decisiones tan dispares de Ziganda al frente de la primera plantilla como la de dar toda la confianza del mundo al comienzo de la temporada a Vesga y Córdoba para quitársela de golpe transcurridos un buen número de partidos. Siendo especialmente sorprendente en el caso del joven extremo, de lo mejor del Athletic durante el nefasto primer tramo de Liga.  ¿El relevo en el banquillo? Se me ocurren multitud de nombres y posibilidades, pero de entre ellas la más atractiva me parece la que tenemos en casa. Gaizka Garitano, técnico del Bilbao Athletic y con experiencia en Primera División. Ese cambio traería aire fresco a un grupo que parece haber tirado la toalla a la hora de plasmar sobre el terreno de juego lo que su actual entrenador intenta transmitirles.  Por otro lado, no me gustaría dejar pasar la ocasión que me brinda ElDesmarque sin decir que Iñigo Martínez no es un traidor. Un traidor es otra cosa. Iñigo es tan sólo un profesional que ha elegido cambiar de aires buscando lo mejor para su futuro y el de su familia al recalar en un club que prácticamente le ha doblado el sueldo. Esto lo haríamos todos y el que diga lo contrario está mintiendo.
Por Abel Romera Aguilera, periodista gaditano de AS. "Soy más del que Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza". 
 

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  1. Aitor

    Yo también lo veo así, creo que hay que cambiar de entrenador. El cambio contra el Girona fue un desastre, sacó en defensa a tres jugadores que no habían jugado juntos ni un solo minuto, uno de ellos un chaval, otro recién salido de un periodo de 9 meses sin jugar y el otro recién llegado... Y sobre el recién llegado: traidor no será, pero mercenario ha quedado claro (que sí, que a mí me ponen 4 kilos de sueldo y los acepto). Y además ha demostrado no ser agradecido con su antiguo club y no tener muchas luces. Mal fichaje este tío, al tiempo...