Jorge Mendes, un hombre de club

Como futbolista fue muy discreto, su mayor logro lo consiguió sentando el culo en el banquillo del Viana do Castelo, ahora juega como visitante en el de los acusados. Consiguió su primer empleo con 18 años en una fábrica de helados, gracias a su hermano. A partir de ahí se puede decir que fue un hombre de club. Primero tuvo un videoclub, luego fue DJ en un club y por fin abrió, en Carminha, un puticlub.

En 1996, el portero del Vitoria de Guimaraes, Nuno Espirito Santo, entró en el club nocturno a comprar tabaco y le comentó a Jorge Mendes a "calzón quitado", que su sueño era fichar por el Oporto. Fue a partir de entonces cuando dejó de pasarlas putas y dio forma a su leviatán. Desde ese momento colocó a más futbolistas en España que el INEM.  En su país es sinónimo de corrupción, y conocido por su asesoría para evadir impuestos, que comenzó, al menos en el caso de Cristiano Ronaldo, en el año 2004, los valedores de su confianza han estado en boca de todos por la sociedad civil, desde Augusto César Lendoiro, Florentino Pérez, Joan Laporta, Roman Abramovich, Avram Glazer, Jorge Pinto da Costa, Khaldoon Al Mubarak o Peter Lim.  Todos ellos personajes multimillonarios y muy poderosos cuya honorabilidad se ha puesto con frecuencia en entredicho. Su sonrisa es capaz de cambiar farolillos rojos por campeones. Ha encantado a más serpientes que un hipnotista de Jaipur.  Si existe Fútbol-Leaks Jorge Mendes, es el artífice e intermediario para eludir impuestos ante Hacienda mais famoso do mondo, y no sólo de los que falan portugués. En un club tampoco hay que manejar idiomas, ellos son los machos.
Por Patxi Herranz, periodista de Radio Popular y El Correo.