Athletic: Agua y fuego

Si nos agarramos a la visión clásica y costumbrista, Bilbao se relaciona como una amante con el agua y Valencia con el fuego. Pero en este fútbol moderno hasta estos conceptos se ponen en entredicho.

El diluvio del pasado jueves no fue tan aliado como antaño para los dueños de San Mamés. Los aguerridos chicos del norte se mueven mejor ahora sobre un tapiz que sobre el barrizal. Lo que no han perdido es su carácter. A base de remar en la piscina catedralicia lograron una ventaja (1-0) que les deja cerca de dar fuego a los octavos de la Uefa League.
Este Athletic On Fire, que diría un moderno, tras cinco victorias consecutivas, visita Valencia en fallas, para enfrentarse a un equipo a punto de combustión.
Si nos dejáramos llevar por el calor (Caloret en lenguaje de ex alcaldesa) del momento rojiblanco, y teniendo en cuenta que el rival es a día de hoy un equipo de traca con un bombero incendiario en el banquillo, podríamos disparar ya los fuegos artificiales (lo de los petardos se lo dejamos a ellos, nosotros somos de Bilbao) para celebrar el paso a la siguiente eliminatoria.
Pero ojo con los Ave Fénix. Si los Negredo, Alcácer y compañía son capaces de abstraerse a la mascletá permanente que rodea al equipo, tienen calidad suficiente para renacer de sus propias cenizas. Después del último petardazo ante sus vecinos del Levante a los Chés solo les queda Europa como el clavo ardiendo al que agarrarse; y a su entrenador, la última ocasión para ser indultado cual ninot al borde de la cremá.
Así que volvamos al costumbrismo. Mejor que el Athletic Club tire de manguera para enfriar el caldeado ambiente, no nos vayamos a quemar. Tiempo habrá para tirar cohetes.
Por Juan Carlos Abascal, periodista de Antena 3

@espinosabas