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Es Noticia

Los nuevos dueños

Redacción local


Ricardo Ubric
Periodista

Desde enero el Recre es otro muy diferente a lo que venía siendo en la última década y, para lo bueno y lo malo, eso es algo que deben tener muy pendientes los aficionados y periodistas. Ahora ya los dueños no son municipales sino gente que ha puesto dinero de su bolsillo y que, por lo tanto, puede hacer y deshacer a su antojo. De ahí que hayan liquidado a la gente de la vieja guardia que quedaba, caso de Cervera o Peguero, o que hayan puesto nuevas normas para los informadores que van a cubrir los entrenamientos. Pero también han despolitizado al club y están buscando nuevos patrocinadores con una potente campaña de marketing. O sea, que no todo debe ser malo ni criticable.

Hay que concederles el beneficio de la duda y, como se dice en el argot político, necesitan un tiempo para que se les valore y se vean sus resultados. De primeras no se les puede pelotear más de la cuenta, como ya han hecho algunos, ya que todavía no han hecho gran cosa porque acaban de aterrizan y se encontraron mil y una trampas, pero tampoco hay que recibirlos con uñas y dándoles la espalda. Sólo hay que pensar lo que hubiera pasado si no aparecen en su momento para adelantar el millón de euros que evitó la desaparición del club y del Decanato el pasado verano. O lo que hubiera ocurrido si Gildoy no concurre al concurso público de venta en Navidad, ya que el Ayuntamiento está temblando económicamente y no podía poner ya nada más en el Recre. 
Por lo tanto, de momento hay que alabar que hayan dado el paso adelante porque no era fácil en su día apostar por coger un marrón tan grande. Lógicamente, nadie da duros por pesetas y esta gente querrá rentabilizar su apuesta y ganar dinero. Aquí el sentimentalismo se ha acabado. Puede gustarles el fútbol, claro que sí; puede caerles simpático el Recre por aquello de que es el Decano y de que en Huelva se vive muy bien; pero lo que no van a hacer es regalar el dinero. Así que o con paciencia se hace un buen proyecto y se logra retornar a Primera División en dos o tres años o el futuro puede ser para echarse a temblar porque algún día se les puede acabar la ilusión a Víctor Hugo y a Comas. Pero soy de los que piensan que hay que ser más optimista que pesimista viendo las nuevas iniciativas que de momento están llevando a cabo los nuevos propietarios.
Casi seguro que no consiguen los logros deportivos del Recre de Huelva Deporte y el tándem Dumois-Mendoza porque aquello fue poco menos que un milagro para un equipo tan humilde. Pero sí que pueden ir saneando el club y acercándolo a la máxima categoría nacional sin trampas y con seriedad y mucho trabajo. Ahora mismo todo parece algo caótico, ya que el equipo aburre y está en una zona absurda de la tabla (en la que, por cierto, todos hubiésemos firmado en verano estar a a estas alturas de la temporada). Y sólo se habla de despidos, futuras ventas de jugadores franquicia y la llegada de un nuevo entrenador. Me da, y ojalá me equivoque, que en el futuro proyecto no van a tener tanta cabida los canteranos y que se va a tirar de nombres y talonario, pero repito que ahora los dueños son ellos, porque han puesto la pasta, y que lo que todos (ellos y nosotros) queremos es que el Decano sea cada vez más grande. Desde ya hay que ir planificando con cabeza y paciencia la próxima campaña, en la que seguro que desde el inicio el Recre va a aspirar al play-off porque la Segunda División cada vez es más decepcionante y los que vienen, entre ellos el Racing o el Sporting, no asustan a nadie.

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