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Sin coartada


Otra vez Ipurúa. Otra vez el País Vasco. Otra vez con un 3-0. Tanto hablar de recuerdos, de Rodado, de lo bueno que es este Sporting, de la deuda del destino, de que el liderato estaba en la mano y eso iba a ser medio ascenso, y al equipo de Sandoval se le olvidó que tenía que jugar un partido de fútbol. Uno de esos encuentros que te sirven para dar un golpe encima de la mesa, que te ratifican sobre tu condición de favorito. Pero esto es un juego, y como en todo juego existe la derrota. El problema es cuando pierdes sin competir. Y, lo que es más importante y con vistas al futuro, cuando no eres capaz de hacer autocrítica tras lo visto en 90 minutos. Para eso no hay coartada.
Esta vez no hay un arbitraje con el que tapar una salida temeraria de Cuéllar. O un planteamiento donde Lekic hacía más de centrocampista que de delantero centro, y con la orden de meter balones en largo a la primera oportunidad. La leyenda de Ipurúa condicionó el juego del Sporting sin caer en la cuenta que Jota Peleteiro juega como los ángeles con 180 centímetros de estatura. Ahí empezó a perder el partido el equipo de Sandoval, que tampoco supo reaccionar para arreglar el desaguisado. Ni cuando ya era tarde. Entre la expulsión de Carmona con 1-0 y el primer cambio ya con 3-0 pasaron 14 minutos. Sólo se le puede echar la culpa al empedrado, que siempre es el mismo para los dos equipos.
El Sporting sale de Ipurúa vapuleado, tocado por las dudas, irreconocible en sus virtudes de este año, pero con las opciones intactas a pesar de los cuatro puntos de diferencia con respecto al líder. Se ha vuelto a perder una oportunidad de oro para regresar al ascenso directo, que es el objetivo marcado con rojo. Ya son varias para un equipo para el que no ascender sería un fracaso de considerables dimensiones. Más incluso que no jugar el Play Off la temporada pasada. Pero para enmendar los errores lo primero es reconocerlos, y dejar de mirar al exterior buscando enemigos donde no los hay. Al fin y al cabo cada uno puede corregir sus fallos, no los del resto, porque la derrota nunca hay que buscarla fuera. Esta vez no hay coartada.
Pd: El Sporting tiene todas las armas para lograr el ascenso de manera directa. Incluso sus rivales en esta fase de la temporada no tienen el potencial de los rojiblancos. Es una oportunidad que no se puede desaprovechar. En sus manos está. 

 

 

 

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