El Napoli de Gattuso: un lobo irascible disfrazado de oveja

Mucho más que la casa de Maradona. Nápoles es una ciudad que odias o amas y a la que el fútbol realzó por la célebre etapa en la que El Pelusa, uno de los mejores de la historia del balompié, comandó al equipo de la ciudad hasta la cima del fútbol italiano.

Maradona vive en Nápoles de la misma manera en la que Nápoles vive en Maradona. El argentino habitó en la ciudad del sur de Italia durante siete años en los que dejó su huella tanto dentro del terreno de juego como fuera del mismo. Todo tipo de arte urbano con Maradona como motivo principal se puede encontrar por las calles de la urbe que con más fuerza combate las acometidas del norte de Italia. Pero Nápoles, orgullosa de su pasado, es también presente y futuro. Nápoles y el Napoli son mucho más que Diego.

Desde que Aurelio De Laurentiis, polémico y carismático presidente del club de fútbol de la ciudad asumiera la dirigencia, el club, sumido en problemas económicos y deportivos, ha ido recuperando su lugar en la élite del fútbol transalpino y retomando presencia en competiciones europeas.

El equipo ha sido capaz de ilusionar de nuevo a su gente y jugadores como Hamsik o Mertens (a las puertas de hacerlo), pertenecientes a la era moderna de la entidad, han sido capaces de superar los guarismos goleadores de un irrepetible e inolvidable Maradona.

El Napoli, con Mazzarri, Benítez, Sarri, Ancelotti y ahora Gattuso en el banquillo, se ha convertido por derecho propio en uno de los clubes más importantes de Italia y de Europa.

No le ha bastado para arrebatarle algún campeonato liguero a la Juventus, pero ha sido, sin lugar a dudas, el equipo que más se le ha acercado en esta época triunfal de la Vecchia Signora.

El proyecto, por las desavenencias entre plantilla, Ancelotti y presidencia, ha dado un paso atrás importante esta campaña, pero poco a poco todo va volviendo a su lugar y el equipo trata de curar algunas de las heridas sufridas durante la crisis. Algunas de ellas todo apunta a que no podrán ser sanadas.

El Napoli es actualmente sexto clasificado de la Serie A (hay varios partidos pendientes) y ha llegado a estar varios puestos más abajo en la tabla. Para quien escribe, el motivo de que el equipo azzurro no esté entre los cuatro primeros clasificados responde a la disputa entre las partes que dio con el despido de Ancelotti.

La plantilla es muy similar a la de temporadas anteriores y la calidad de estos futbolistas está fuera de toda duda. Antes de la marcha del actual técnico del Everton, el equipo fue capaz incluso de batir al temible Liverpool solventando también el partido de vuelta sin una derrota en Anfield.

El Napoli tiene una plantilla con jugadores de gran calidad que han demostrado que tiene nivel para ponerle las cosas difíciles a cualquier club, y el Barcelona no será excepción.

Gattuso ha ido tocando varias teclas en su búsqueda de los resultados inmediatos y con el método ensayo-error está consiguiendo darle consistencia a su plantilla y dotarla de una identidad que se desvanecía por momentos. A todo ello ha ayudado también la recuperación de futbolistas clave que se encontraban lesionados (Mertens y Koulibaly).

En las últimas semanas ya se van viendo los brotes verdes con las victorias ante el Inter, la Juventus y la Lazio, los equipos más en forma del fútbol italiano. No es casualidad que todas esos triunfos se hayan dado en San Paolo, estadio en el que los locales se ven más exigidos por lo que aprieta su propia afición.

Al Napoli le queda mucho que mejorar, pero Gattuso tiene herramientas suficientes como para poner en aprietos al Barcelona. Su ataque ha sido en los últimos años uno de los mejores del continente pese a que los números goleadores se han visto mermados este mismo año. Su centro del campo tiene elevadas dosis de creatividad y llegada a portería rival y ha sido complementado durante el mercado invernal. La defensa y la portería parecen ser las parcelas más vulnerables y en las que Setién tendrá que incidir puesto que son pocos los jugadores del equipo italiano que son capaces de ofrecer una salida limpia.

En diciembre todo era de color rosa para el Barcelona cuando recordaba el emparejamiento de los octavos de final de la Champions League. El Napoli era un polvorín y Ernesto Valverde todavía ocupaba el liderato de LaLiga Santander.

Las cosas han cambiado mucho y pocos apostaban por todo ello. Es momento de que la pelota dicte sentencia. San Paolo presentará primero sus alegaciones.