Ahora sí, Lazio
La Serie A sigue su curso. La Juventus sigue dominando con mano de hierro la competición tal y como lo ha venido haciendo en las últimas temporadas. El Inter parece ser el más firme candidato a arrebatarle el liderazgo a la Vecchia Signora mientras el Napoli atraviesa una complicada situación deportiva con la Atalanta como ya cada vez menos sorprendente aparición en los puestos más privilegiados de la tabla. ¿Y la Lazio? ¿Será este el año en el que por fin tomen una de las cuatro primeras plazas y se aseguren volver a la Champions League?
En opinión de quien escribe, sí. El equipo biancoceleste está ante una gran oportunidad para alcanzar lo que tanto ha ansiado durante las últimas temporadas.
Y lo ha rozado. Lo ha tenido entre sus dedos en más de una ocasión pero lo ha dejado escapar con la convicción de que la próxima temporada lo intentarían con mejor suerte.
Esta puede ser la definitiva. La consagración de un proyecto que por más reveses obtenidos no se ha derrumbado: el de un Simone Inzaghi que, pese a que se lo pusieron difícil (Bielsa estuvo cerca de 'apartarlo') se ha ganado por derecho propio ser considerado como uno de los mejores entrenadores de la actualidad no sólo si hablamos de la Serie A. Sus tres centrales, dos carrileros y (ahora) dos referencias arriba escoltadas por un par de jugadores bien dotados técnicamente hacen a este equipo ser considerado rival a temer tanto en la competición doméstica como cuando viaja por Europa.
Cierto es que, pese a quedarse siempre a las puertas del retorno a la máxima competición continental de clubes, la entidad ha sido capaz de retener a sus estrellas y a ellas ha ido añadiéndole complementos que ejerzan precisamente esa función, la de añadir cualidades a una plantilla ya de por si interesante año sí y año también.
Así, en este sentido, a los Immobile -actual máximo goleador de las grandes ligas europeas-, Luis Alberto y Milinkovic-Savic que se quedaron a un partido de dejar al Inter sin Champions dos años atrás, se les han añadido futbolistas de rápida adaptación y notable rendimiento como Correa, Lazzari o Acerbi. Sin olvidarnos además de jugadores como Marco Parolo, Stefan Radu o Senad Lulic que conocen las interioridades de un club dirigido desde la presidencia por un siempre polémico Claudio Lotito y desde la dirección deportiva por el reconocido Igli Tare que ha sido capaz de detectar en no pocas ocasiones el talento antes que nadie así como algunas oportunidades interesantes de mercado.
Ante un Napoli que titubea, una Dea no acostumbrada a verse en las alturas y que participa en tres competiciones, una Roma que empieza de cero y un Milan que ni está ni se le espera, Simone Inzaghi y los suyos deben de dar un paso al frente y conseguir volver a poner a la ciudad de Roma en el prestigioso mapa de la Champions League sobrevolando de nuevo el águila los mejores estadios de Europa.
Argumentos deportivos tiene de sobra. Sólo hace falta ser contundente y regular en los momentos clave, la tarea pendiente de las temporadas precedentes.