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Es Noticia

Bailando con lobos

Por Felipe Galbarro Soy de aquellos que
piensan que cada cuál se debe vestir de lo que es. Intentar plantarse un
equipaje que no responda a lo que cada uno representa o profesionaliza es
cuanto menos, peligroso, o muy osado.

Llegados a este punto y a
esta fecha, me encuentro con alguien que se equivocó de chaqueta y corbata hace
ya algún tiempo. Lejos de cambiarla, se la tatúa a diario sin ningún tipo de
pudor, ante el aplauso de los que corren a favor de decisiones sin pies y menos
cabeza aún. Humanos que se convierten en lobos al salir la luna llena.

Aunque de estos tipos hay
muchos en el mundo del balompié nacional, no quisiera dejar de reseñar uno, que
llevaba tiempo barruntándolo, y que al final se ha hecho con un hueco directivo
en una institución que bien merecería estar representada por personas que no se
equivocan delante del espejo.

Me parece inoportuno para
el fútbol sevillano, ahora, precisamente después de lo que hemos vivido en el
derby de Copa del Rey con Juande Ramos, que quién tiró la primera lanza
envenenada que abría el fuego ante la trilogía de enfrentamientos cainitas que
se avecinaban, tenga por recompensa formar parte de un Consejo de
Administración, donde la mayoría de los consejeros que ya están dentro, no
saben hacia donde mirar ante tanto “mal busto”.

Insultar en un acto
público al eterno rival debería llevar más vergüenza. Sobre todo cuando, por
otro similar, se piden disculpas para que incluso se pueda llegar a disputar un
partido. ¡Por favor!

Algunos se equivocan con
mucho peligro. No es fácil cambiar la barra del bar, con bocata y cerveza, y la
tribuna de fondo, con bufanda y bandera del Betis, por representar con respeto,
educación y deportividad, a una entidad, que gracias a Dios ya existía cuando
aparecieron estos tipos. 

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