La ilusión no compite

La pretemporada del Real Zaragoza arroja un mar de dudas sobre la remozada plantilla y una honda preocupación entre una afición que ha visto a su equipo incapaz de dominar ningún partido, plagado de errores defensivas y con muchas carencias en la zona ofensiva. Lalo Arantegui tenía un plan para confeccionar la plantilla basado en el hambre y en la ilusión de los nuevos jugadores, pero con eso no basta y ahora mismo parece una irresponsabilidad brutal salir a competir con este equipo en Segunda división con alguna aspiración de permanencia.

 
Así, a primera vista, la plantilla es de un nivel muy inferior con respecto al año pasado. El repaso línea a línea tras los amistosos lo demuestra: Ratón ha repetido errores de bulto en las salidas y su juego con los pies es un poema; En defensa, los laterales que han venido del Reus cumplen sin más, Grippo parece fijo, Verdasca está muy verde y Valentín no se ha reivindicado en los minutos que ha tenido. En el mediocentro, Eguaras es la mejor noticia del verano, pero habrá que ver qué son capaces de aportar Zapater y Ros, que fueron indiscutibles el curso pasado y ya ven cómo fue. En la parcela ofensiva se ven detallitos a Febas, Oyarzun, Papu y Buff, pero con eso no es suficiente. Borja Iglesias ha ido de más a menos y sólo ha marcado un gol de penalti y Toquero, pues es eso: Toquero. A los del filial no los nombro porque durante este periodo de preparación ya ha quedado claro lo poco que van a contar para Natxo.
El tema está complicado y aún queda medio mes para arreglarlo de la única manera posible. Traer a un jugador titular por línea que eleven el nivel de la actual plantilla. Incluida la portería, por supuesto, ante la temeridad de Lalo con la contratación de un jugador del paro. Hace falta un central de jerarquía, un medio que acompañe a Eguaras y un delantero centro de nivel. O vienen esos jugadores o pónganse a rezar.