Marcelino y el carrito del helado
Mucho tiempo están tardando los organismos futbolísticos competentes en sancionar como se merece a Marcelino García Toral. El castigo debe ser ejemplar, tanto por parte de la Liga de Fútbol Profesional, como de la Federación Española e incluso de la FIFA. Poder ver a este personaje de nuevo en algún banquillo o en algún cargo relevante del deporte iría en contra de los valores de ‘Juego Limpio’ que se quieren inculcar desde todas las instituciones deportivas. A Marcelino le han ‘pillao con el carrito del helao’ y su rueda de Prensa no ha hecho más que confirmar su modo sucio de actuar en la última jornada de Liga, que significó el descenso del Rayo, pero que podía haber sido el de cualquier equipo. Eso no lo pueden permitir los mandatarios del fútbol.
Fernando Roig lo echó por eso. Ya lo dijo bien claro. "El Villarreal lleva mucho tiempo trabajando desde la honradez deportiva, no se puede permitir hacer clubes paralelos y que alguien no siga esta línea". El inculpado, puede matizar lo que quiera y hacer pública una conversación telefónica que solo traduce él (habría que escucharla…) Es muy fácil agarrarse a ese único argumento sabiendo que un presidente no va a remover la porquería que pudiera llegar a afectar directamente a su club. Roig ya habló. El numerito del piloto de Lufthansa ha estado bien para amenizar el teatrillo. Probablemente a Marcelino no le llegue para interpretar que Presas no le llamó ni loco ni asesino, pero sus asesores se lo podrían haber explicado. Mención aparte merece la lagrimilla que suelta a la hora de hablar de lo mal que lo pasó su mujer tras el desafortunado tuit. Cuando fomentas el ambiente de campañas en contra, contubernios etc, pasan estas cosas, que los de tu entorno no saben medir los halagos a un líder que exige adoración plena y se les puede ir la mano.
Pero el principal problema de Marcelino no es capear este temporal. El principal problema de Marcelino es que ha dejado muchos muertos en el camino. Y eso siempre se paga. Jugadores veteranos pisoteados por el miedo a no poder dirigir los grupos, futbolistas humillados por comentarios que nacen de sus propios complejos, profesionales de los clubs vejados por su vanidad… Demasiados cadáveres. El 90 % de los profesionales que han trabajado junto a él describirían a un tipo como el que ha comenzado a desenmascarar Roig.
De su etapa en Zaragoza, no quedan ni recuerdos, tan solo muchas preguntas en el aire… Agapito le contrató. 2,7 millones de euros anuales para entrenar en Segunda división y plenos poderes. Pésima noticia para la entidad aragonesa. Se marchó –una vez más, un club más- por la puerta de atrás y dejando muchos muertos por el camino.
También peca el personaje que nos ocupa de refrotar por la cara según qué cosas. Y eso también tiene un precio. Podría haber salvado al Sporting de manera discreta. No hacía falta pregonarlo. Pero claro, quedar de asturiano ilustre pudo más que la inteligencia. Imagino que a partir de ahora estará tapadito rezando para que nadie tire de la manta. Los demás, esperaremos que se haga justicia por el bien del deporte.