Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

El derbi a 500 kilómetros

Periodista especializado en Sevilla FC y Betis.

 

Anda uno por los Madriles y se da cuenta de una cosa simple y sencilla: no existimos. Si ya de por sí, generalmente, el fútbol sevillano importa poco o nada en la capital del reino, la frustración aumenta cuando se trata del derbi. Nos han enseñado a quererlo, a cuidarlo, a valorarlo como algo único, envidia del fútbol mundial... y resulta que fuera ni nos miran.
 

 

No sé si nos venden la milonga de lo especial o si realmente por aquí andan confundidos. Creo que es más lo segundo, pero de forma diferente. El derbi sevillano es especial, sí, pero para los que lo mamamos desde pequeños. No esperen ustedes que uno del Atleti o del Madrid se preocupen de nuestro cainismo. Ni les va, ni les viene. Que no es ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario. Y nosotros, que tenemos motivos para estar muy orgullosos de lo nuestro, nos damos cuenta de que importamos un pimiento. 
 

Por muy sevillano que uno sea, y presumo de serlo allá donde voy, en Madrid pocos le van a preguntar por el derbi. Y si le preguntan, no espere encontrar esa mijita de guasa de barra de taberna. No espere que el camarero le pegue un puyazo a ver por dónde respira usted. Simplemente, ni existimos, ni importamos. Y a 500 kilómetros de casa eso se echa de menos, por mucho que el derbi en la distancia venga un poco descafeinado por la situación clasificatoria que atraviesan nuestros equipos. 
 

Aquí dará igual, pero sé que el lunes allí habrá quien no tenga ganas ni de tomarse el café porque ese vecino 'pesao' le va a dar la del tigre. Disfrutémoslo, que no sabemos lo que tenemos... aunque el cainismo se quede en casa.

 

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar