¿Alguien me explica qué pasa con Iñigo Córdoba?

Son ya 8 partidos sin conocer el amargo sabor de la derrota. Tras el empate ante el RCD Espanyol, el Athletic Club consigue cerrar la primera vuelta con 25 puntos. Hace un par de meses ni los mas optimistas del lugar hubiesen pronosticado semejante caudal en los de Cuco Ziganda, así que habrá que dar por buena la participación de los leones en esta primera mitad de la temporada en la que, para ser justos, hay que incidir una vez mas en las bajas de Iker Muniain, Beñat, Yeray e Iturraspe.

En una plantilla corta de efectivos no poder contar con estos jugadores en muchos partidos podría haber sido devastador, y sin embargo el Athletic ha sido capaz de capear el temporal con buena nota.   Finiquitada la primera vuelta del campeonato puede ser un buen momento para centrar mi discurso en tres nombre propios. El primero es el de Iñaki Williams, al que nos empecinamos en negarle el pan y la sal cuando parece obvio por sus caracterísitcas físicas que es un jugador diferente. Es cierto que le falta atinar cara al gol, pero tiene desborde y esta es una cualidad que no abunda demasiado en el fútbol de hoy en día. Se me antoja, el chaval, un jugador imprescindible para el Athletic y por muchos años.
  Que viene Ganea me decía un amigo en plan jocoso. No le veo la gracia. Si finalmente se dan las circunstancias el Athletic habrá conseguido el concurso de un jugador que a todas luces cumple con todos y cada uno de los requisitos de la filosofía que rige el club. No puedo juzgar al jugador rumano en el apartado deportivo, porque no le he visto jugar excepto en este tipo de videos que pululan por internet en el que todos los jugadores parecen una mezcla de Oliver Aton y Marc Lenders.
Pero lo que no es de recibo es poner en solfa el fichaje de un chico que se ha criado en Basauri y que ha llegado a jugar en la selección de Euskadi. Somos expertos en ponernos trabas a nosotros mismos. En numerosas ocasiones el Athletic (cuando digo Athletic me refiero a Club y a afición) lucha (deportivamente) contra los rivales y contra nosotros mismos, y así la dificultad se multiplica.   Por último pero no menos importante. ¿Alguien me puede explicar que es lo que ha pasado con Iñigo Córdoba? Nos relamíamos de gusto con el extremo rojiblanco cuando sus evoluciones sobre el terreno de juego eran lo único que nos satisfacía dentro de un tono general horrible. El chaval sostuvo al equipo en muchos partidos, era aquella época no tan lejana en la que el Athletic no daba una a derechas. Todo el mundo se refería a Cordoba como la aparición mas ilusionante de la temporada y, de buenas a primeras, no solo desapareció de la titularidad, sino que pasó al ostracismo absoluto.   No vale siquiera el argumento de que no defiende, ya que en los 600 minutos pasados que ha jugado hasta la fecha Córdoba ha demostrado desborde, desparpajo, velocidad y buen disparo, pero también ha dejado claro que es aplicado en tareas defensivas, bullicioso y luchador. En fin, volvió ante el Espanyol en Cornellá. Ahora solo espero que sea para quedarse.
Por Alfredo Irasuegui, periodista

@AIrasuegui