Nieto y la teoría de Luis Helguera

Me decía muchas veces Luis Helguera: “A mí me pagan por entrenarme bien. Si el entrenador me pone el domingo es un premio a ese trabajo”. Hasta entonces, nunca había visto los entrenamientos de un equipo profesional de esa manera. Hacerlo bien el domingo constituía para un joven periodista el motivo único para ser del once inicial el próximo fin de semana. Marcas dos goles, estás en el equipo. Montas dos tracas, vas al banquillo.

El paso de los años y esa visión del hermano bueno de los Helguera (no se engañen) nos ayuda a comprender que lo que algunos llaman mala suerte (el entrenador no me pone, la dirección deportiva ha dado orden de poner a otro antes que a mí) es en realidad una mala praxis del profesional a la hora de encarar las verdaderas oportunidades. Platanito pedía una en la plaza porque no podía, cada día entre semana, demostrar al mundo que era mejor que nadie con la muleta. El futbolista tiene en cada entrenamiento una opción de convencer a su entrenador.

Viene esto a cuenta de la más que probable titularidad de Carlos Nieto el próximo lunes en Las Palmas. Dijo Víctor ayer: “Tengo claro desde el lunes quién va a jugar en la banda izquierda porque es un chico competitivo que no ha bajado los brazos y es responsable”. Al no haberle incluido todavía en ninguna convocatoria, los participantes de la quiniela del once (incluido el que les escribe) habían olvidado las opciones del aragonés de entrar en el equipo. Pero Víctor Fernández, no. ¿Saben por qué? Porque el entrenador está entusiasmado con el trabajo del canterano durante la semana.

Sin entrar en ninguna lista, Nieto trabajó con la cabeza arriba y el mentón prieto. Y nos vino a dar a todos la lección que un día aprendí de Helguera: que el puesto se refuerza en el partido, pero se gana en el entrenamiento.