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Es Noticia

El 'Movember' de Kujovic

MIguel Á. Vara

El pasado 11 de julio, mientras todo el mundo miraba a Brasil y hablaba de la gran final del Mundial que estaba al caer, en San Petersburgo se disputaba un intrascendente partido amistoso. Pero para uno de sus protagonistas, supuso un momento clave en su vida, el inicio del capítulo más difícil que ha vivido en sus 36 años.

Sin saber qué pasaba, sin interpretar las señales que su cuerpo le enviaba como correspondía, minutos antes de salir a disputar un Zenit-Club Brujas, el guardameta Vladan Kujovic se extrañó al ver como su orina se tornaba sangre pero saltó al terreno de juego a disputar el partido. 1-1 en el bolo veraniego y 90 minutos jugados para el portero serbio que en 2007 aterrizó en el Levante para cumplir su sueño de jugar en una gran Liga. Tampoco ese sueño saldría bien, pero sólo fue una anécdota en su carrera deportiva comparado con lo de este verano.
Tras el partido ante el poderoso conjunto ruso, Kujovic volvió a orinar sangre y ya avisó al médico del equipo. Malas caras y preocupación en previsión de lo que acabarían confirmando las pruebas en el hospital un día después. El tumor estaba ahí, hacía años, y había que intervenir de urgencia con el temor de no saber bien el alcance y las consecuencias. El drama humano arrancaba, máxime con una mujer médico que sabía bien a qué se enfrentaba la familia Kujovic, acostumbrada a pelear por una vida mejor por la que salieron hace décadas de su país.
Afortunadamente todo fue bien, el problema no había afectado otros órganos y era extirpable, pero falta por saber si vuelve a reproducirse. De momento no ha sido así. En febrero toca la siguiente revisión. Fingers crossed.
Kujovic salió de todo aquello con seis kilos de menos y con 36 años que invitaban a replantearse si volver a pelear por seguir siendo futbolista profesional. Pero en su mentalidad eslava, rendirse no es una opción así que aun sabiendo que no hay muchas opciones de pelearle la titularidad a su compañero Ryan (muy buen portero el mundialista australiano), y que el club tuvo que firmar otro guardameta, Vladan volvió a ponerse el buzo de trabajo y darse costaladas contra el frío suelo belga. No iba a permitir que su carrera deportiva acabase en un quirófano y en eso está. Cualquiera que se acerque a los anexos del estadio Jan Breydel donde se ejercita el Brujas verá que, cuando acabe una sesión en la que el rubio guardameta siempre tira del carro anímico del grupo, el veterano portero se queda trabajando en solitario, para recuperar la forma, para expulsar de su mente el puto cáncer.
Por ello, cuando Kujovic vea estos días algún hombre luciendo un vistoso bigote no pensará que es un hipster, o simplemente un garrulo. No, sabrá bien que estamos en ‘Movember’, el mes señalado para que los varones nos concienciemos en la lucha contra el cáncer de próstata, el testicular y otras enfermedades que afectan a los hombres y que por dejadez o desconocimiento no controlamos. Movember (contracción en inglés de Moustache –bigote- y november –noviembre-) es un movimiento que hace más de una década arrancó en Australia y se fue extendiendo por América y Europa para que los hombres estemos alerta y animemos a hacerlo al resto, para que demos un paso al frente en revisiones y a la hora de afrontar los problemas de salud, física y mental que sí, por muy machos que seamos, también nos acechan.
No tengo dudas de que Vladan volverá a jugar, donde sea, y de que su influencia en el vestuario es clave en la marcha triunfal de este Brujas (sólo una derrota en 24 partidos esta temporada). En una carrera sin éxitos, el mejor momento de Kujovic está por llegar. Ni sus buenos años en el Roda holandés, ni aquel empate a cero en Mestalla con el Levante de De Biasi que no cobraba, ni siquiera el penalti que le paró al Anderlecht en el último minuto del playoff de hace dos años. De entre todos sus buenos recuerdos, los mejores llegarán tras cada revisión, cuando el doctor le diga que todo sigue perfecto, que de aquel tumor que se manifestó en San Petersburgo no queda ni rastro y que el próximo mes de noviembre podrá dejarse crecer le bigote.
Miguel Á. Vara
@Mavara74

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