Balones a Will

El partido que enfrentó este domingo al Betis y al Girona en Montilivi hizo retroceder mi mente 20 años. Sentado yo, en el sofá de la casa de mi abuela, viendo la tele mientras ella, con la dulzura y el cariño que aún le caracteriza, me preparaba el almuerzo. En la tele, una de mis series preferidas: El Príncipe de Bel Air. Serie americana con un humor exquisito que aún consigue que ría a carcajadas cuando veo alguno de sus capítulos.
No piensen mal, no es que el Betis provoqué en mí una risa extrema, aunque las actuaciones de algunos de sus futbolistas sean en ocasiones realmente cómicas. Pero la 'táctica', si se puede llamar así, que utilizó Julio Velázquez en Girona calcó a la estrategia que utilizaba el profesor Smiley en los partidos de la Universidad de Bel Air: "Balones a Will".
Al igual que Smiley, Velázquez tiene la suerte de tener al mejor jugador de la categoría en su plantilla y su falta de capacidad para conseguir que su equipo genere juego alguno ha provocado que su idea para ganar los partidos se limite a pasársela a Rubén Castro. Como afortunadamente el canario suele ser imparable, al Betis le basta con que el ariete esté acertado para llevarse los partidos.
En la famosa teleserie de los noventa Will nunca se lesionó, nunca tuvo un día malo y su equipo ganaba los partidos con la gorra. Pero hubo un día en el que otro jugador, en este caso su primo Carlton, decidió cambiar la estrategia y fue él el que lanzó la pelota. El balón se marchó lejos de la canasta y el equipo perdió el partido decisivo. Quizás no estaría mal que alguien le pusiese esta semana al entrenador Smiley, perdón a Julio Velázquez, ese capítulo. O quizás baste con ponerle algunos de los partidos de la temporada pasada en los que el Betis se hundía en el pozo de la clasificación mientras su estrella se recuperaba de su lesión.
De esta forma, a lo mejor el técnico salmantino reacciona y piensa alguna alternativa de juego para el próximo partido que no se limite a "balones a Rubén". El técnico tiene entre sus manos a la mejor plantilla de la categoría y si sigue demostrando que no es capaz de generar fútbol con los jugadores con los que cuenta, quizás es porque no esté preparado para dirigir al primer equipo del Betis. Quizás su nivel sea más adecuado al de los partidos de basket de las univeridades de los Estados Unidos.
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