Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

El Betis, un manicomio


Una locura en lo que se ha convertido este Betis. Increíble hasta qué punto puede degenerar una entidad y lo que hasta hace no mucho parecía, ahora se ve que solo lo parecía, una gestión coherente y positiva de una sociedad en concurso de acreedores, se ha derrumbado como un castillo de naipes, desvelando la absoluta inexperiencia e incapacidad de sus dirigentes para tomar decisiones, unas estructuras cogidas con alfileres, un administrador judicial que no era lo que parecía, una secretaría técnica dejada de la mano de Dios, una plantilla que va de ridículo en ridículo, un filial sin cabeza y un proyecto Heliópolis que nadie sabe que es.
Absolutamente demencial todo.
Y a todo esto, el beticismo, el de verdad y a pie, el que paga su abono y solo quiere a su equipo, no el de las plataformas y los despachos, que solo puede mirar atónito cómo una vez más su club se descose costura por costura y se abre en canal para tener que empezar de cero, que ha de sufrir una temporada de pesadilla, que ve cómo sus ¿dirigentes? son incapaces de traer refuerzos que abran un rayo de luz en el túnel desperdiciando todo un mes de enero y cuatro partidos que podían ser decisivos. Que ve, en definitiva, cómo nadie mueve un dedo y todos miran hacia otro lado, mientras su Betis se desangra y se va a Segunda a iniciar una nueva travesía del desierto, sin que nadie intente al menos luchar o tomar decisiones. Ya puede que sea demasiado tarde aunque no sea imposible. Pero toda una vuelta de ridículo en ridículo no puede permitirse. No es de recibo que lleve 11 puntos en 21 jornadas, que solo sea capaz de ganar dos partidos y lleve cuatro meses sin ganar un partido, hasta sin querer se gana un partido de vez en cuando. Este Betis ya empieza a dar lástima, y eso no se puede permitir.
Realmente parece una estrategia diseñada por su peor enemigo, un virus letal infiltrado en sus entrañas que ha ido avanzando y matando su disco duro por completo. Los jugadores, mejores o peores, pero no tan malos para estar donde están, no ganan a nadie, su entrenador a pesar de contar con el apoyo de la afición es destituido. Se trae a otro que no se entera de nada y se echa después al director deportivo que lo trajo, en pleno periodo de fichajes, entregándole la responsabilidad de los fichajes a ese técnico que está aquí de paso, para terminar cesándolo y devolver la competencia de fichajes a una secretaría técnica descabezada. A continuación, se trae a otro, muy bético pero que jamás se ha visto en una como ésta ni ha entrenado nunca en Europa. Entre tanto, el administrador judicial se entretiene en bordear la fina línea de la ética y la legalidad, para terminar renunciando y dando lugar a la aparición de otro, que tampoco tiene que ver nada con el fútbol ni con el Betis y dejando un consejo de administración bloqueado que no sabe por dónde tirar. Todo muy normal, como se ve.
Y en el Betis, ¿piensa alguien?

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar