Navidad sin fútbol, sólo cuestión de dinero

Otra Navidad más desde nuestra Liga, los espectadores vemos con envidia lo que pasa allí por las islas británicas. Allí donde en las mejores fechas del año para tener tiempo libre, para fomentar el fútbol en los niños, el fútbol no se para, sino todo lo contrario. La Premier tiene muchos motivos para ser envidiada e imitada, los estadios llenos, la igualdad entre los clubes y el reparto televisivo, la persecución y denuncia de los jugadores teatreros o el funcionamiento coherente de sus comités. Pero de todas las diferencias seguramente la más grande es la posibilidad de ofrecer el fútbol en Navidad, el pensar en los que sostienen este espectáculo y no en trabajadores multimillonarios a los que no les va a pasar nada por, durante unos años, no celebrar la Navidad en su tierra o trabajar, como hacen y hacemos tantos y tantos trabajadores, en estos días. Pero aquí es imposible, aquí el aficionado es solo una marioneta a la que se le pide el oro y el moro cuando interesa, al que se apela a su fibra sensible del amor a sus colores pero a nadie le importa que se le vuelva loco con unos horarios demenciales, con unos precios mucho más altos que países con mucha más renta o cuando se trata de pensar en él para ofrecerle el espectáculo cuando más puede disfrutarlo tanto en el campo como en la televisión.
Pero no se engañen, no hablamos de sentimientos, de derechos de unos trabajadores, pobrecitos trabajadores, que quieren descansar en fechas señaladas o pasar tiempo con sus familias, hablamos solo de dinero y ya está. ¿O alguien conoce algún futbolista que haya dicho que no va a la liga inglesa porque no puede descansar en Navidad?. Ahora que tantos y tantos futbolistas españoles emigran a tierras británicas, ¿alguno de los que aquí defendían con energía y ahínco en la AFE sus derechos han alzado la voz ante tamaño atentado contra los derechos laborales de trabajadores españoles que se comete en Inglaterra?. Simplemente como cobran mucho más, pues el dinero a la cartera y ya habrá tiempo para celebrar Navidades o fines de año a lo grande. Y si no, pues se lleva toda la familia para Inglaterra y se celebra allí, no será por dinero, y mañana pues a jugar. ¿Alguien sale perdiendo?, no. ¿Quién gana? el espectador.
De hecho, aquí cuando se negocia por esta posibilidad, que conociendo el país en que vivimos, se antoja remota, la AFE no habla de ello como algo imposible porque se estarían vulnerando los derechos de sus afiliados, no. Simplemente es cuestión de cuanto dinero se pone encima de la mesa. Cuanta más contrapartida económica se negocie en el convenio, el parón de la Liga en Navidad dejará de ser algo necesario para la salud de los futbolistas y pasará a ser algo prescindible.
Pero al espectador, al hincha que le den. Total, va a seguir ahí, adorándolos como dioses, aclamándolos, suplicando autógrafos, tragándolo todo…, o al menos eso piensan.