Un monumento para Rakitic
Todos los equipos necesitan líderes, jugadores capaces de asumir responsabilidades, de mandar en el campo y fuera de él, que sean identificables como el escudo y la bandera, que crean y sientan los colores. Los que son capaces de reunir esas cualidades dan ese plus que cualquier club necesita en los malos momentos. El Sevilla ha encontrado ese líder en Ivan Rakitic, para el que se empiezan a acabar las palabras. Porque se pueden hacer partidos mejores o peores, estar más o menos acertado, pero lo que no baja nunca es su capacidad de implicación y lucha cada minuto de cada partido.
Resultaba difícil de esperar que un croata llegado de Alemania terminara convirtiéndose en el capitán indiscutible de este Sevilla. Su calidad se veía, aunque quizás quedaba algo difuminada en un Sevilla con jugadores campeones de Europa y del mundo como Navas y Negredo, pero que llegara a identificarse con los colores, el club y la ciudad era más complicado. Sin duda, mucho ha influido, y el Sevilla ha tenido suerte en eso, su vinculación personal con la ciudad, lo cual ha aumentado su compromiso y su deseo de permanecer aquí. Ya se saben que el fútbol da muchas vueltas y las cosas pueden cambiar pero el Sevilla puede considerarse muy afortunado de que el equipo y la afición hayan encontrado un referente, precisamente, ahora en una época de revolución y transición llena de futbolistas nuevos que necesitan un espejo para mirarse y que los guíe.
Porque además su liderazgo y compromiso están haciendo crecer aún más al Rakitic que aquí llegó y están convirtiendo a un gran jugador en un crack para este Sevilla que si tiene la suerte de seguir contando con el croata y le respetan las lesiones, va camino de convertirse en uno de los símbolos históricos del club. Un jugador de mucha calidad que ahora está añadiendo a eso su lucha incansable, su sacrificio por el equipo aportando muchísimo juegue donde juegue y su inteligencia y capacidad para echarse el equipo a las espaldas en los momentos malos. Y en eso un simple brazalete ha tenido mucho que ver.
Está claro que la dependencia excesiva de un jugador es peligrosa pero peor es no tenerlo y no poder depender de él. Si no que le pregunten al Barcelona y a Messi.
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