Orgullosos
En vísperas de una nueva visita del Atlético de Madrid a Donostia veíamos hace unos días unas bochornosas pero poco sorprendentes imágenes de seguidores ultras del equipo madrileño con su folclore y propaganda fascista en uno de los tantos campos de España por los que campan a sus anchas. Y digo poco sorprendentes porque por desgracia nos parece algo habitual ver individuos agitando los brazos y soltando por la boca auténticas barbaridades sin que nadie haga nada.
En nuestro caso llevan años intentando ensuciar la memoria de Aitor Zabaleta, pero por mucho que griten y por mucho esguince de clavícula que les pueda provocar el subir y bajar tanto el brazo, su empeño es en vano puesto que nuestro querido Aitor es y será siempre un símbolo de concordia y sentimiento hacia un equipo. Pasados veinte años podría decirse que en lugar de enterrarlo lo subieron a lo más alto que se puede estar.
En honor a su memoria en muchos campos de fútbol, parte de la afición local lo recuerda en cada visita de la Real, lo cual da también esperanzas de que el mundo sigue siendo un sitio donde merece la pena estar. Sobra decir que en Anoeta es omnipresente y que sufre con cada traspiés y disfruta con cada éxito de la Real. Si bien es cierto que desde hace menos de un año la grada de animación lleva su nombre, en realidad hace más de veinte años que cada asiento, cada rincón de Anoeta lleva a Aitor consigo. Imagino que desde donde esté estará contento de ver un campo sin pistas y de ver por fin como Anoeta ruge de verdad. No es que antes no lo hiciera pero ahora la conjunción de colores, movimiento y griterío seguro que son lo que a Aitor le hubiera encantado vivir.
El domingo tenemos la primera oportunidad de rebautizar el resto de gradas, tribunas, lo que sea, y celebrar los goles de la Real todos y cada uno de nosotros como si estuviéramos en medio de esa grada de animación. El domingo Anoeta entera será el estadio Aitor Zabaleta. Y como si la barandilla de la Concha sea por unas horas la barandilla Aitor Zabaleta. No hay nada mejor y más reconfortante que sentirte orgulloso de lo tuyo y por eso, siempre defenderemos y honraremos tu memoria y la de tu familia sea donde sea y delante de quien sea.
Han bautizado tu grada con tu nombre, como grada de animación, pero podría ser perfectamente la grada del corazón, o mejor dicho, la grada del grito roto de Gijón.