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Es Noticia

La importancia del entrenador

Luis Urrutia

Después de ver cómo paseaban por la zona técnica de Mestalla los dos peores entrenadores de la casi centenaria historia del club, y ante el inminente debut de Cesare Prandelli, he querido fijarme en otros deportes. Tuve el placer de acudir al Ovni para presenciar el debut liguero como local del Fertiberia Puerto Sagunto. Allí, David Bruixola, uno de los 3 mejores porteros de España no tuvo un inicio de partido feliz. A los diez minutos ya estaba en el banquillo. El entrenador, Nikola Milos, habló con él, lo devolvió a la pista tras el descanso y ofreció un recital de paradas inolvidable en el segundo tiempo.

Unos días más tarde estuve en el Ciutat de Castelló viendo al filial del Barcelona de baloncesto. Su entrenador, el histórico Alfred Julbe, no tuvo ningún reparo en, durante el segundo cuarto, cambiar a uno de sus jugadores, y, con el partido en marcha, dejar la dirección del juego a uno de sus ayudantes, y acompañarlo hasta el vestuario para aclarar algunos movimientos incorrectos.
Los intocables van al banquillo y los errores se corrigen lo antes posible. Estos fueron los dos mensajes que lanzaron. ¿Esto no es equiparable en el fútbol? Cuando la pasada semana leí que el entrenador hacía que los lesionados observaran el trabajo táctico, me frotaba los ojos, ¿esto no se hacía ni con Pako ni con Gary?
Quizás el entrenador en un grupo de jóvenes deportistas es mucho más importante de lo que creemos.
Luis Urrutia
Periodista

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