No espero nada de este partido
Para los amantes del baloncesto, entre los cuales me encuentro, no hay competición comparable con la Euroliga. Incluso diría que mejora a la NBA. Aquí supongo que se me echarán encima los puristas del baloncesto norteamericano. Pero yo prefiero el basket europeo. Menos ritmo y más calidad colectiva.
Para los amantes del baloncesto, entre los cuales me encuentro, no hay competición comparable con la Euroliga. Incluso diría que mejora a la NBA. Aquí supongo que se me echarán encima los puristas del baloncesto norteamericano. Pero yo prefiero el basket europeo. Menos ritmo y más calidad colectiva.
La pasada semana se jugó en Málaga el Unicaja-Fenerbace. Penúltimo contra líder, ya clasificado para cuartos de final. El mítico Zeljko Obradovic, en el banquillo visitante. Al descanso es preguntado sobre qué espera del partido y su respuesta es genial: “No espero nada. Que se acabe y volver al hotel”.
¿De verdad las competiciones deportivas de máximo nivel pueden permitirse estos lujos? Ahora hablo de baloncesto, pero podemos referirnos también a partidos intrascendentes en cualquier otra gran competición deportiva en el mundo. Si ya existen los partidos amistosos, ¿a nadie se le ha ocurrido la forma de evitar que esto ocurra? ¿Hasta cuándo tenemos que presenciar partidos en los que los contrincantes no se juegan nada?
Que acaben con esto cuanto antes y que disfruten, como yo lo haré, de los cruces y de la final four, que es realmente lo interesante en la competición.
Luis Urrutia Benet
Presentador La Taula 11TV