Lo que Mel le hizo a Míchel

El entrenador del Sevilla, Míchel, se ha descolgado con unas declaraciones, palabras, acusaciones, ataque, ofensa, defensa... sobre Pepe Mel, entrenador del Betis.
Sea una cuita Míchel-Mel, entrenador del Sevilla-entrenador del Betis, lo cierto es que el tema tiene morbo y cuenta con suficiente interés mediático. El que lo dude, no lo piense o quiera negarlo atenderá a otros intereses, eso seguro, porque el tema tiene chispa y mucha.
El caso es que si usted es de esos a los que no le interesa esta polémica entre Míchel y Mel es un afortunado y está por encima de algunas deficiencias humanas y terrenales. A lo mejor exagero. Pero si sigue leyendo hasta aquí es que como todo buen hijo de vecino se interesa por estas curiosidades y como premio por haber seguido estas líneas ya cansinas le ofreceré un argumento poderoso, quizás el único, quizás uno más, de por qué Míchel está de uñas con Mel.
Resulta que al sevillista no le ha gustado nado que el bético vaya diciendo públicamente que son amigos. Y no le ha gustado porque el sevillista no se considera al bético su amigo desde hace algún tiempo, unos cinco años atrás. Porque, según comentan algunos informadores madrileños, conocedores de la relación, el sevillista se agarró un cabreo morrocotudo cuando el ahora bético empezó a hablar 'finas' pestes del hijo de Míchel, Adrián, cuando era entrenador del Rayo Vallecano.
No le gustó nada a Míchel el asunto. Tanto, que incluso hizo llegar una carta, según aseguran algunos medios, al bético dando por acabada su amistad, por la decepción que le había supuesto a Míchel que Mel hablara tan mal de su hijo, pública y privadamente.