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Nigel Owens, el espejo donde mirar

David García

¿Puede ser un árbitro mediático? 
 
Realmente no necesitamos lanzar esa pregunta, sabemos la respuesta. Quizás debería plantearse de otra manera: ¿Es bueno para el rugby tener un árbitro mediático? 
Hablamos de un deporte donde vaya bien o vaya mal el partido, el colegiado es la única persona que sale indemne. Es una de las grandes tradiciones del rugby, no se habla del árbitro. Todos sabemos que durante un partido solo el colegiado puede hablar con los jugadores, principalmente a través del capitán y excepcionalmente a algún jugador, solo en caso extremo. Nunca los jugadores se dirigen directamente al colegiado y solo los capitanes lo hacen si el árbitro lo permite. En muchas crónicas, en debates, tertulias y corrillos del mundo oval se habla del árbitro, pero con cierto recelo. Si lo hacemos, resulta de forma velada o parece que estamos profanando un mandamiento no escrito, sin duda es algo digno de elogiar en la locura del deporte moderno.

 

Esto no es fútbol señor, si quiere márchese y vuelva cuando quiera jugar al rugby (Nigel Owen dirigiéndose durante el juego a un jugador de rugby)

Entonces nos centramos en la pregunta. Si para un agente participante en un partido de rugby pasar desapercibido es lo normal, ¿es beneficioso atraer los focos?. El más claro ejemplo a nivel internacional es Nigel Owens, el mejor árbitro de rugby del mundo. Jamás habría pensado este galés de 44 años, cuando comenzó a trabajar como profesor, que llegaría a ser un icono dentro del rugby mundial. Y no siendo como jugador, ya que nunca se le dio bien jugar al rugby, si no dirigiendo con orden, rigidez y bondad los designios de los más grandes equipos en los mejores partidos librados en el mundo del balón oval. El caso del señor Owens es especial, ya que hablamos de un auténtico "showman" que adora la televisión, participando en ocasiones en programas de televisión. Su éxito librado en el rugby se basa en su carácter dentro del campo y fuera de él, no sólo representando al estamento arbitral oval, si no defendiendo también sus raíces y promoviendo el rugby en su tierra natal. Pero no finaliza ahí su actividad, Nigel es demás un embajador de la literatura y la cultura galesa, además de defensor de los derechos de gays y lesbianas. En resumen, todo un superhéroe que utiliza el rugby para el bien.
En este caso, la figura de este árbitro internacional es beneficiosa para el rugby, ya que no sólo alimenta la historia de este deporte, si no que además defiende los valores que  tantas veces hemos oído que lo caracteriza. Lo hemos visto en el último mundial. Allí, Nigel de nuevo fue nombrado como mejor árbitro de la World Rugby (IRB), pero ¿saben quien estuvo dentro de los tres finalistas en una macro gala celebrada un día después de acabar el mundial? Un árbitro español, concretamente una colegiada: Alhambra Nievas. Pero esto lo dejamos mejor para otro capítulo ya que, como trato de decir, ella se merece más atención. Y es que en nuestro rugby, el español, cualquier posibilidad de "ruido mediático" se merece total atención.

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