Jorge Luque

Cuando un futbolista vale, con sólo verle tocar el balón ya te das cuenta de que aporta ese toque diferente, o como se suele decir, te da la sensación de que cuando él tiene la pelota algo bueno va a ocurrir. En una mediocridad tan aplastante como la que abunda el vestuario del Cádiz, sobresale un futbolista que, cuando físicamente está bien, es una verdadera maravilla. 
 
Jorge Luque se sacó de la chistera ante el Cacereño un pase magistral que llevó a Peragón a anotar el gol de la victoria. Bien es verdad que el pase hay que culminarlo, pero sólo un futbolista de la visión de juego y la calidad de Luque, es capaz de dar una asistencia como esa. 
 
Durante todo el partido estuve atenta a las evoluciones del cordobés. Pases al primer toque, aperturas constantes a banda, movilidad entre líneas y, lo que más me gusta, una más que necesaria capacidad de liderazgo. Luque ordena, asiste y controla, un verdadero lujo para la categoría y para este Cádiz tan sombrío. 
 
Mis únicas esperanzas están puestas en el técnico y en este futbolista. Jugador que, recordemos, el propio Gaucci no quería traer en un principio. Aunque, evidentemente, un jugador no hace un equipo, esperemos que el físico le llegue para seguir dándonos las únicas alegrías que llevamos en la saca desde que comenzó esta horrible temporada.