Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

Sueños de otro tiempo

Ilustración de leyendas del Valencia CF (Foto: @Lawerta).
Francisco Ortí

Hace tiempo que no sueñas. Tanto que ya no recuerdas cómo hacerlo. Tanto que ni siquiera te crees con derecho a ello. Lo sé porque me pasa exactamente lo mismo. He estado a tu lado durante estos años que han parecido décadas, en los que perdimos la sonrisa, en los que eran otros los que reían y, con frecuencia, a nuestra costa. Algunos incluso nos han dado por muertos. Se equivocaban. Estamos vivos y lo peor ya ha pasado, te lo aseguro. Estamos vivos y dispuestos a dar guerra. Ha llegado nuestro momento. El momento de volver a soñar.

Hemos llegado a olvidar quienes somos, pero por fin ha llegado alguien que nos lo recuerde
Después de todo lo que hemos sufrido, de las mentiras y desprecios que nos han obligado a escuchar, hemos llegado a olvidar quienes somos, pero por fin ha llegado alguien que nos lo recuerde. No importa lo que digan los demás. No les escuches porque sólo tienen miedo a que volvamos. Pero no pueden impedirlo porque ya hemos vuelto. Vaya si lo hemos hecho. Cuesta creerlo, sé que cuesta, pero no podemos dejar escapar esta oportunidad por culpa de las heridas de los últimos años que todavía duelen. Así que sueña.
Sueña a lo grande, más de lo que la confianza permite. Sueña sin límites, porque de poner límites ya se encargarán otros, incluso algunos que creías compañeros de viaje. Sueña sin vergüenza porque, aunque no lo reconozcan, tienes tanto derecho como los demás a hacerlo. Sueña como antes porque estos sueños ya los has hecho realidad. No lo olvides. Son sueños de otro tiempo, pero también se pueden conjugar en presente.
Acuérdate del penalti de Arias, del gol de Ayala. Acuérdate de Di Stéfano, de Benítez, de la Cartuja o de Goteborg. También de Milán y París, son lágrimas que a muchos les gustaría derramar. Acuérdate hasta de Koeman y Arizmendi, porque aquella Copa sí que era imposible. Desde entonces no hemos vuelto a celebrar una juntos.
Sueña con lo más alto. No hay escalones prohibidos. Y, lo más importante, sueña sin miedo a perder porque no hay nada que perder, porque si no lo consigues no pasará absolutamente nada. Seguiremos juntos, buscando el siguiente sueño por el que luchar. Tus cicatrices también son leyenda y no cambiaría ninguna de tus derrotas por vivir más victorias con otro. Así que sueña como antes, como cuando éramos felices. Ese es el primer paso para que los sueños, esos que parecen de otro tiempo, sean nuestra realidad.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar