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[Opinión] 'La venda' representando a España en Tel-Aviv es la mejor opción posible

Anoche tuvo lugar uno de los acontecimientos más esperados relacionados con Operación Triunfo 2018. Y no, no me refiero a que la gala empezase y terminase a horas decentes, sino a que se dio lugar el primer hito eurovisivo del año: la selección de la canción que nos representará en Eurovisión 2019 en Tel-Aviv. Miki fue quien finalmente se hizo con la victoria en una noche marcada por la polémica, el eurodrama y la guerra de fans.

La polémica

¿Qué sería Eurovisión sin polémica? ¿Recordamos acaso alguna preselección reciente que no diese lugar a furibundos debates? La respuesta es, al menos en mi caso, no. Y menos si al cóctel le sumamos el factor Operación Triunfo.

Los fans de Eurovisión son muy fans, al igual que los del talent show. Algunos son compartidos, y en esos casos no suele haber mucho problema, pero cuando no, no es extraño que se generen peleas. TVE no ha aprendido nada en los últimos años y se sigue esforzando por unir ambos fenómenos, en parte por su pésima organización a la hora de elaborar las preselecciones. Pretenden que el éxito de uno sume al otro, pero en realidad juegan en un equilibrio muy fino que hace que peligren ambos a la vez.

No obstante, más allá de la mala idea que es unir Eurovisión con Operación Triunfo, la polémica de este año está marcada por las actitudes de los concursantes y el conflicto moral que supone que Eurovisión se de en Israel. Al igual que le sucede a muchos eurofans, algunos de los concursantes no estaban muy contentos con la elección de sede de este año. Este descontento es algo legítimo, sobre todo si se hace desde el respeto y la cordialidad. ¿Entonces, cuál es el problema?

El mal tratamiento mediático a dicho descontento. Las declaraciones de María, Natalia o Alba no han sido especialmente graves, ni irrespetuosas. Simplemente han sido opiniones personales que pretendían expresar por qué supone para ellas un problema cantar en Israel. En ningún momento han dicho que no lo harían, aunque se entendiese que no les hacía especial ilusión.

Han sido las ganas de fomentar los discursos de odio en redes –algo cada vez más común-, lo que ha provocado todo lo demás. Ni lo que ellas han hecho es correcto, ni tampoco es incorrecto, eso es percepción de cada uno, pero no se les puede reprochar el que no hayan sido profesionales.

En lugar de acercarse a la raíz del asunto –unir Eurovisión con Operación Triunfo-, mejor avivar un conflicto que en realidad no debería haber sido. No sabemos las razones contractuales, desconocemos cuáles eran las alternativas, no tenemos todos los datos para juzgar las razones de una u otra persona.

El transcurso de la gala

A pesar de ser Operación Triunfo, la gala se hizo dinámica en líneas generales y el ritmo no decayó en gran parte del momento. Aun así, algunos vicios se hicieron evidentes, sobre todo al final cuando repitieron Tu canción en bucle –Alfred, media España sufrió contigo- o cuando decidieron meter bajo la alfombra toda la problemática y hacer como si nada. Roberto Leal volvió a ser un buen director de orquesta, aunque era inevitable verlo incómodo en ciertos momentos.

En cuanto a las actuaciones, el comité de Eurovisión de España volvió a demostrar que realmente no invierten todo lo que deberían en querer destacar en el concurso. Las puestas en escena fueron bastante pobres, así como la elección de vestuario de los participantes. La primera toma de contacto de Europa con nuestras propuestas ha vuelto a ser un poco fría.

Por qué ‘La venda’ sí es una buena elección

Lo cierto es que la noche se saldó con la mejor opción de todas, con la única excepción –quizá- de Muérdeme. La venda es un tema fiestero, con el sello 100% de La pegatina que le pega y mucho a su intérprete y que además nos representa. ¿Que un tema con ritmos latinos y urbanos pegaría mucho? Podría ser, pero La venda tiene un estilo muy nuestro, con ese toque verbenero y fiestero que rompe con lo que se ha llevado en años anteriores al concurso.  Eso sin contar que a Miki parece hacerle ilusión participar.

Pegadiza y muy identificable, La venda es el tipo de canción con la que nos relacionan desde fuera y que nos hace pensar en fiestas, solecito y amigos con quienes pasárselo bien. ¿Acaso no suena eso genial?

Para quienes se pregunten cuándo es el concurso, les resuelvo la duda: Eurovisión tendrá lugar el próximo mes de mayo, el día 14.

¡Ahora solo nos queda la alegría!

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