Los eternos agoreros del declive de HBO

De entrada es necesario aclarar que esto no es un texto que defiende ciegamente a HBO. Como cualquier cadena, es capaz de ofrecer lo mejor (Los Soprano, The wire) y lo peor (El séquito, True blood). Es capaz de cometer errores (cancelar The comeback) y aciertos (no abandonar The Night Of), alargar innecesariamente sus proyectos (Big Little Lies) y escuchar a los creativos para satisfacer sus planes (las cuatro temporadas de Tremé con unas audiencias pésimas).

Este texto trata más bien de los agoreros, de los que dictaminan la muerte de HBO cada seis meses, y que cada seis meses comprueban su error. En su monólogo como presentador de los Emmy, Seth Meyers hizo una divertida analogía para describir a HBO dentro del mundo de las cadenas de televisión, definiéndola como aquel niño raro del patio del colegio que decía que un día iba a llegar muy lejos.

Y así ha sido, ya que el mundo del cable cambió para siempre con la entrada en la ficción de HBO, que supo potenciar su marca hasta calar en el mundo seriéfilo y ser sinónimo de calidad incuestionable para muchos.

Ni tanto ni tan poco. Son arriesgados en sus propuestas, eso es cierto, pero negar que en ocasiones van a lo seguro y que su maquinaria de marketing es sumamente poderosa es no querer ver la realidad. HBO es, en definitiva, como las otras cadenas, pero ha sido capaz de vender una imagen de islote en el mundo televisivo.

¿Que argumentan estos agoreros? Que solo dependen de un par de nombres. Que con el fin de Juego de tronos ya ha "perdido" HBO ante Netflix, una islote. Pero es que esta conversación ya se ha dado, y las pruebas contradicen a los críticos. Porque Chernobyl ha sido altamente celebrada, y la recién terminada Euphoria ha sido todo un éxito. Así que los agoreros se van a hibernar de nuevo. Pero solo hasta 2020.