Estamos ya a 800 metros sobre el nivel del mar y aunque hemos sacado las cometas, el viento en contra nos desviaba de nuestro rumbo y la mayor parte la hemos hecho andando y arrastrando los trineos. Lo peor es que el terreno está muy accidentado. Nos dicen que este invierno ha nevado muchísimo y ha hecho mucho viento, por lo que el terreno está muy mal, lleno de sastruguis, (esos profundos surcos que el viento cava en la superficie del hielo). Los trineos se clavaban en el suelo y ha sido duro avanzar”. No hace mucho frío, dice, tan sólo 10 bajo cero.
Todavía les quedan varias jornadas para subir el desnivel del continente más elevado de la tierra, unos 2.000 metros de media. Iñurrategi, Vallejo y Zabalza permanecerán dos meses en las condiciones extremas de la Antártida, arrastrando trineos de 180 kilos cada uno con la única ayuda del viento, en una aventura que tendrá mucho de travesía sobre un mar de hielo con rumbo al Polo Sur, pero que les ofrecerá también la oportunidad de reencontrarse con el deporte de la escalada en la que los tres son consumados especialistas. Y es que, además de “abrir ruta” en un itinerario nunca antes intentado, la primera parte de la expedición contempla un alto para escalar las espectaculares formaciones rocosas de la región conocida como la Tierra de la Reina Maud, que incluyen varios cuatromiles.