El cuerpo técnico que encabeza Carlos Docando tiene claro que este primer partido será clave para el desenlace de la final. Los informes que manejan apuntan que el Montañesa baja sensiblemente su rendimiento fuera de casa y que basa su fortaleza en su campo, de hierba artificial de primera generación y reducidas dimensiones. A pesar de su condición de debutante en categoría nacional, el equipo de Miki Carrillo ha acabado segundo en su grupo, por delante de equipos de mayor tradición como el Espanyol B, Reus o Manlleu, y en las dos eliminatorias previas ha dejado fuera al Cartagena La Unión y al Rayo Cantabria, verdugo de la Cultural de Durango, en la tanda de penaltis.
No obstante, en Sestao son optimistas. Antes del sorteo todos apuntaban al Montañesa como el rival ideal para intentar el último salto a Segunda B. El equipo está con la moral por las nubes después de la agónica clasificación frente al Las Palmas Atlético gracias a ese gol de Isaac Aketxe en el descuento y convencido de que el premio no se les puede escapar. Deben dar el primer paso el domingo y Las Llanas estará con ellos.