Ecos de la derrota en Marbella

Nueva derrota, esta vez previsible frente a un líder sólido. Lo malo es que nos ganó a medio gas, casi sin emplearse a fondo, en un partido en el que con dos llegadas, los habituales fallos y a escasos minutos del final, el Recre cedió el balón y con ello cosechó otra derrota por la escasa puntería que atraviesa pese a contar con tres delanteros a los que les pesa la categoría. Solo se puede salvar Carlos Lazo, al cual la afición le agradece sus ráfagas cuando aparece.

 
Ahora llega el San Fernando, después viaje a Granada y, a continuación, a recibir al  A. Las Palmas, para finalizar con el Jumilla. De nuevo toca llamada general a la afición que puede ser el jugador nº 12. Habrá que ir al estadio con la dosis adecuada de fortaleza para el corazón. Cuatro citas dramáticas le quedan al Recreativo; puede que ganando las de casa se pueda alcanzar la salvación.
Por ello hay que convertir el estadio en un fortín; vuestra entrega y el no sentir miedo escénico pueden hacer que encontremos el revulsivo para ello. Hasta el silbato final habrá que entregarse al Recre, a su salvación, que será el justo premio. Después habrá tiempo de exigir responsabilidades a los culpables que no han sabido llevar la nave del Decano; son dos años de suplicio, ¡ya está bien! Los más de 10.000 socios no merecen sufrir tanto. Hasta la cantera se ve olvidada por la  poca atención que se le está prestando, cuando tanto puede aportar.
El ruego de nuevo es pedir a la afición el mayor respaldo para superar sus peores momentos. El primer escollo, el San Fernando.