Derbis y mucha fiesta con el Guadalquivir como testigo

Otra vez el río Guadalquivir como testigo de una fiesta que pocas ciudades en el mundo pueden contar. Con los dedos de una mano y sobran algunos, Sevilla ha vuelto ha convertirse este sábado en centro internacional del remo con una regata que siempre, gane quien gane, es especial. 

Un brillo inigualable en el río, en la orilla de Sevilla o en la orilla de Triana, porque lo importante es el que remo goza de gran salud. Y no faltó, como siempre, el numeroso público que presenciaba las regatas en los puentes de Triana, de Los Remedios o en el de La Barqueta, o aquellos que miraban sonrientes desde una acera u otra.
Desde muy temprano el Guadalquivir se vistió de gala para su día grande. Pruebas de promoción que daban paso a otras regatas con el verdiblanco y el blanquirrojo como llamada de atención. Y hubo para todos: dos victorias del Betis (Aspirantes y Veteranos) y una del Sevilla (Femenino).
Esta última fue diferente. Porque por primera vez las chicas recorrían la misma distancia que los chicos (6.000 metros). Un incontestable triunfo del barco sevillista liderado por Laura Clavijo, un barco con mucha más experiencia que su rival. Desde la salida se vio claro que otro año el Sevilla ganaría esta prueba, a pesar del esfuerzo titán de las jóvenes béticas.
Tras un cuarto de prueba el barco del Sevilla reinaba a sus anchas por el Guadalquivir. Así palada a palada, hasta llegar a la meta. Con los aplausos de la gente a uno y otro lado, al ganador y al segundo clasificado. Un derbi diferente en el agua. Un derbi que Sevilla y muy pocas ciudades pueden contar.