Que empiece la remontada
Después de los 100 días de Javier Casquero, con momentos agradables, posterior a su cita, nada hacía presagiar que tres días después iba a llegar su destitución en unos días moviditos.
La pregunta sobre si era acogido en el vestuario quedó en el aire, tal vez por creer que las relaciones eran correctas. Ahora queda demostrar a esa masa albiazul digna de lo mejor, el fútbol que varios llevan dentro y luchar los 90 minutos sin fisuras atrás y buscando el gol con más acierto.
El domingo a las 17.00 horas puede ser el reencuentro con la afición a la que no podemos pedir más de lo que ofrecen, asistencia y entrega en los encuentros. A Javier le deseo suerte donde vaya, lo intentó en el Decano, un valioso trampolín.
Ante el Mérida, nueva etapa, suerte para superar la crisis actual y a buscar el triunfo que dé continuidad a otros futuros.