Una joya como escudo

La Platea de Juanma G. Garrido
(Huelva Información)
Escuché hace poco en un programa deportivo de radio a nivel nacional a uno de sus protagonistas elogiar, con gran efusividad, la camiseta conmemorativa albiazul del 125º aniversario. “¡Qué bonita es!”, fue su afirmación espontánea secundada por el resto de los presentes. Ya era hora de que hablaran de nosotros y para bien (mejor no recordar lo que se opinaba por toda España y, en especial, el cachondeo que había en las redes sociales, sobre alguna indumentaria reciente). Y es que el escudo antiguo del Decano –y perdón por ser poco objetivo- es una auténtica joya. La pregunta que me hago es por qué narices no se ha potenciado y explotado ese y otros distintivos singulares de este club pionero desde hace años. Si la respuesta es por ignorancia de los antiguos responsables, malo; si es por apatía, peor. Y si dicen que es por falta de dinero directamente no me lo creo, porque para ciertas tonterías sí que hubo parné.

Entre tanto cuentista que tergiversa el pasado para darse más importancia de la que tiene (los acomplejados son así, no tienen remedio), esta efeméride es una segunda oportunidad para dejar claro que fue en Riotinto y en Huelva donde empezó todo. Cuando el centenario, el desastre deportivo y la desidia general resultaron criminales. Cierto es que ahora no habría mejor publicidad para ello que jugar en Primera, pero esa reivindicación no puede depender de dónde se milite porque el orgullo del decanato debe estar muy por encima del cualquier categoría.
Ahora bien: ¿se imaginan si hubiera sido en otra provincia andaluza donde hubiera nacido el fútbol en España? ¿Cuántos honores, medallas y actos específicos habrían organizado algunas administraciones –una en particular- para ensalzarlo? Sí, es una pregunta retórica. Lo dicho: mis felicitaciones a los que han puesto en valor el antiguo escudo. Al menos, que nosotros valoremos lo nuestro. Ojalá que, a partir de ahora, esa joya viaje con el Decano siempre.