Con una potencia de unos 750 caballos pero de menor consumo.
Renault se ha convertido hoy en el segundo fabricante que muestra su motor de Fórmula 1 para la temporada 2014. Tras Mercedes-AMG, la marca francesa pone en juego su nuevo bloque de 1.6 litros turbo de seis cilindros en V tal y como exige el nuevo reglamento técnico de la próxima campaña.
Recordemos que en la temporada 2014 los propulsores V8 serán sustituidos por bloques de seis cilindros en V sobrealimentados por turbocompresor, con un límite de vueltas establecido en 15.000 rpm y que rendirán unos 550-600 caballos de potencia. Irán acompañados de una parte eléctrica, el ERS (Energy Recovery System), con un motor eléctrico que suministrará entorno a 150-200 caballos extra obtenidos desde la recuperación de energía del escape y la frenada. El piloto contará con ese potencial extra durante un periodo limitado por vuelta que será más amplio que el del KERS actual (de 6,5 segundos por vuelta se pasará a unos 34 segundos con apoyo extra).
De este modo, la potencia máxima sea similar a la de los actuales V8 (750 CV), pero con un consumo un 40 por ciento menor. El motor tendrá que durar más, ya que solo se permitirán cinco por temporada y piloto en 2014 y cuatro en 2015 (la mitad que actualmente) para asumir el incremento de costes de los nuevos motores “electrificados”.
Renault, por su tradición como fabricante de motores V6 Turbo (se utilizaron entre 1977 y 1986), debería ser uno de los actores principales la temporada que viene. Además, teniendo en cuenta que motorizará nada menos que a cuatro equipos (Red Bull, Lotus, Caterham y Williams) más la posibilidad de que se una Toro Rosso, contará con el banco de pruebas más amplio de toda la parrilla, un aspecto que puede ser vital, sobre todo en la primera temporada.