Buenacasa y su experiencia en el Barça y la Juve: anécdotas con Messi, Pirlo o Pogba

"Siendo un crío y estando primero en el Barça y luego en la Juve haciendo la pretemporada con el primer equipo seguramente te haces una película en tu cabeza que no es real", reflexiona Sergio Buenacasa en unas palabras contundentes que hablan de lo que se vive dentro de las canteras de los grandes clubes del fútbol mundial. Él vivió dos experiencias, cada una en un país, y a sus 24 años cuenta con un libro de pasajes y anécdotas en su cabeza que muchos futbolistas quisieran al colgar las botas. A raíz de una entrevista con ElDesmarque Málaga cuenta muchas de ellas con grandes astros como Leo Messi, Andrea Pirlo o Paul Pogba como protagonistas. Ahí es nada.

Vivencias que cogieron magnitud con el paso del tiempo. Justo lo que vivió después de abandonar Turín es lo que hizo al ahora delantero del Málaga CF darse cuenta de la burbuja en la que andaba sumergido. Lo explica bien con un ejemplo. "Con 14 años eres un crío que juegas en el Zaragoza y de repente pasas a vivir en La Masía, donde han estado Iniesta, Leo Messi... Vas a entrenar o dar una vuelta y veías a Messi. No tengo una sola foto con Messi y me lo habré cruzado 20 veces en los tres años que estuve allí. No le daba valor a ver a Leo Messi porque lo veía mucho. Ahora pienso, '¿te puedes creer que no tengo una foto con Messi y lo he visto 20 veces?'", asegura.

Algo similar le pasó en el Piamonte, donde Allegri le dio la oportunidad de pasar muchas horas con un primer equipo que quedaría meses después subcampeón de Europa. "O en la Juve pasas de ver en la tele o jugar en el FIFA con Pirlo, Pogba y Tévez y de repente estás en el vestuario en Indonesia o en Australia y escuchas a Buffon dar una charla. Me paraba y pensaba que era Buffon. No le das el valor porque es difícil para un chaval de 17 ó 18 años asimilar eso tan rápido y tan de golpe", relata el blanquiazul: "Ahora me doy cuenta que con 17 pensaba que lo sabía todo".

"No tengo una sola foto con Messi y me lo habré cruzado 20 veces en los tres años que estuve allí. No le daba valor a ver a Leo Messi porque lo veía mucho"

"Muy bonito y especial", resume el maño cuando se le cuestiona cómo fue vivir en un vestuario lleno de estrellas: "A día de hoy sigo viendo en Instagram cosas de Pogba y lo recuerdo con mucho cariño porque es un chaval súper simpático. Ya por entonces sabía español o intentaba aprender con lo sudamericanos y se acercaba y te decía: "Eh hermano, cabrón". Es muy gracioso". "La calidad humana es lo que más me sorprendía. Desde fuera se le da una perspectiva a ciertos jugadores que luego al vivirla te das cuenta que no es así. Recuerdo el trato de todos los jugadores de la Juve con todos los trabajadores, había un respeto máximo y un cariño y un mimo que me sorprendía que fueran tan buena gente. También conmigo", añade.

La calidad humana de Bonucci

Tiene un recuerdo cristalino Buenacasa de una anécdota que sirve para explicar todo lo que dice. ¿Los protagonistas? Él y Bonucci. "Recuerdo que en Turín hacía un frío que pelaba y yo estaba en el gimnasio con el filial (el Juventus Primavera) y de repente me llamaron para ir a entrenador con el primer equipo. Salí corriendo y fui para allí y empezamos con una posesión para después hacer un balón parado. En el balón parado me estaba quedando helado y me acuerdo que vino Bonucci y le pidió al utillero que trajera una sudadera para mí. El tío se ha dado cuenta que estoy de manga corta y me estoy jodiendo de frío y pide una sudadera. Esa calidad humana me ha marcado y me ha hecho ver cómo son los campeones, que también lo son fuera del campo", relata.

"Pogba ya por entonces sabía español o intentaba aprender con lo sudamericanos y se acercaba y te decía: "Eh hermano, cabrón""

Pirlo y su golpeo

Pero tiene un momento grabado a fuego de su época en la Juve. Cómo olvidar la sutileza y el tino de Pirlo en el golpeo. "Hacíamos estrategia y a Pirlo le pedían siete balones al primer palo en un metro cuadrado e iban los siete balones ahí. Luego le pedían ocho al segundo para que rematara Chiellini. E iban ocho balones a Chiellini. Yo decía: 'Madre mía, ha pegado 15 golpeos y los ha puesto donde le ha dado la gana'. A la vez te veías lejos de esa élite y cerca porque estabas entrenando", explica aún sorprendido el futbolista: "Eso de Pirlo me marcó mucho, recuerdo salir y contárselo a mi familia".

Es el libro de recuerdos de Buenacasa, al que Pogba también le dejó huella. Más allá de su carácter, por lo que hacía en el campo. "Es un animal. Estoy seguro por lo que yo he visto entrenando que es un jugador de élite mundial, entre los 10 mejores. Últimamente le está costando un poco", termina el delantero, con ganas de sacar ese talento que le hizo pasar por La Masía y Turín en La Rosaleda.