Motta, la guinda para completar la plantilla

El italobrasileño Thiago Motta, mediocentro del París Saint Germain, es la última pieza que le falta al Atlético de Madrid para terminar el puzle veraniego y completar una plantilla de enorme potencial y que multiplica la competencia, con cinco fichajes ya, una vez ultimado el del brasileño Filipe Luis.

A la espera del anuncio oficial de la contratación de Filipe, en Madrid desde el pasado martes para terminar de concretar su vuelta al club rojiblanco, que será un hecho en las próximas horas, Motta es el último asunto pendiente en cuanto a fichajes del conjunto madrileño. Este domingo, el centrocampista ya habló del Atlético.
"El París Saint Germain sabe mi voluntad de partir. Estamos hablando y continuaremos hablando (...). Yo juego, pero lo más importante es que sea sincero y honesto. Mi voluntad es marcharme (...). Yo tengo algo en mi cabeza y sé que salió ya en la prensa. Hablamos del Atlético de Madrid, un club en el que ya estuve y en el que no pude dar todo lo que yo quiero en todos los equipos que he jugado. Es un reto importante", declaró hoy al diario L'Equipe.
Antes, el conjunto rojiblanco ya concretó cuatro incorporaciones, dos para reforzar su delantera: el colombiano Jackson Martínez y el argentino Luciano Vietto. El primero, procedente del Oporto, el máximo goleador de la Liga portuguesa los tres últimos cursos; el segundo, desde el Villarreal, la sensación de la pasada Liga BBVA.
También llegaron el extremo belga Yannick Carrasco, de 21 años y desde el Mónaco, para una de las bandas, donde el Atlético perdió este verano al turco Arda Turan, y el montenegrino Stefan Savic, desde el Fiorentina, para el centro de la defensa, después de las salidas del brasileño Joao Miranda y del belga Toby Alderweireld.
Cinco fichajes, seis novedades con la vuelta de Óliver Torres de su año de cesión en el Oporto, siete con la disponibilidad del argentino Ángel Correa, sin ficha el curso pasado tras recuperarse completamente a finales de diciembre de una microcirugía cardiaca, y una más por llegar en el medio centro. Ahí apunta ahora el Atlético.
Sus pretensiones se centran en Thiago Motta desde hace tiempo. Es el nombre que ha ocupado la primera posición para ese puesto desde hace un mes, pero siempre a la espera de que se desvincule del París Saint Germain, con el que sólo ha disputado uno de los cuatro amistosos del equipo francés en esta pretemporada -la pasada madrugada con los 45 minutos del segundo tiempo ante el Chelsea- por ese futuro que se dirige al Atlético de Madrid de Diego Simeone.
Motta ya ha dicho públicamente que su ciclo ha terminado en el conjunto parisino, por más que Laurent Blanc, su técnico, le dedicara elogios en una entrevista en el diario 'L'Equipe' la pasada semana e instara a la directiva del club a mantener a un futbolista que considera clave en el esquema actual del París Saint Germain.
Ahí entra el Atlético, a la espera de los acontecimientos para acometer definitivamente el fichaje del centrocampista, de 33 años y cuyo fútbol, experiencia y jerarquía convencen al club de la interesante contratación de un campeón de todo que acumula dieciséis temporadas en la elite del fútbol, desde su debut con el Barcelona.
Es un futbolista del máximo nivel, que ha jugado ocho temporadas en el Barcelona, una en el Atlético, una en el Génova, dos y media en el Inter de Milán y cuatro en el París Saint Germain, y que tiene un palmarés impresionante, en el que lucen dos Ligas de Campeones, una de azulgrana (2006) y otra de neroazzurro (2010).
También ha sido campeón de Liga en España (2004-05 y 2005-06), Italia (2010) y Francia (2012-13, 2013-14 y 2014-15), ha ganado tres Copas (dos con el Inter y una con el París Saint Germain), una Supercopa de España y una Copa de la Liga gala. Ese es el palmarés formidable de Motta, que ya jugó en el Atlético un año, en 2007-08.
Entonces, una rotura del asa del cubo del menisco interno de la rodilla izquierda en la parte final de un entrenamiento en la Ciudad Deportiva de Majadahonda, que requirió dos artroscopias, una nada más sufrir la lesión y otra meses más tarde en Colorado (Estados Unidos), limitó sus partidos con el Atlético a diez en aquel curso.
Aún se rememora su facilidad para repartir juego, su sentido táctico y su fortaleza en los entrenamientos y en cada partido que disputó con la camiseta del conjunto rojiblanco, que vuelve a cruzarse en el camino de Motta, la última pieza que busca el Atlético para cerrar una plantilla de indiscutible competitividad.