Es Noticia

La última cita de Carolina Rodríguez y Ruth Fernández, el tándem perfecto

EFE / Natalia Arriaga

La gimnasta Carolina Rodríguez, que pondrá punto final a su carrera en los Juegos de Río, escribirá con ello el último renglón de una historia entrañable, insólita en el deporte de alto nivel: su relación de 23 años con la misma entrenadora, Ruth Fernández.

"Un tándem prefecto". Así define Rodríguez el equipo que forma con su preparadora, a la que conoció cuando tenía 7 años y que la condujo a la elite de la gimnasia mundial, con tres Juegos Olímpicos como mayor logro: Atenas 2004 en el conjunto y Londres 2012 y Río 2016 como individual.
"Llevo con ella desde los siete años. El factor emocional influye muchísimo. A veces nos cuesta separar esa raya entre las emociones y el entrenamiento profesional. En algunos momentos hemos chocado por ese tema. Pero me siento tan identificada con ella que es como un tándem perfecto", dice la gimnasta, la más veterana entre las participantes en los Juegos de Río.
Al menos como entrenadora y entrenada, Carolina y Ruth tendrán en Río su última cita. El día 19 en la fase de clasificación y, si todo sale bien, el día 20 en la final. La que salga al tapiz será una, pero las que competirán serán las dos.
"Ella me transmite todas sus ilusiones y yo intento hacerlo lo mejor posible, ya no solo pensando en mí de forma egoísta, sino en ella, en que no la quiero defraudar", dice a Efe la gimnasta.
"Para saber lo que es Ruth para mí, hay que decir que yo de pequeña veraneaba con ella, íbamos juntas de vacaciones. Es muy especial. Mis padres son los que me han educado, pero han delegado muchas cosas en ella, en lo deportivo pero también en lo personal. Y gracias a ello estoy donde estoy. Mis padres saben que ella quiere lo mejor para mí y tengo que darles las gracias por haber confiado en Ruth para que yo sea la gimnasta que soy hoy en día", señala Carolina Rodríguez.
Sus dos padres son sordomudos. Carolina cuenta que aprendió la expresividad que muestra en sus ejercicios cuando intentaba transmitirles los sentimientos que despierta la música, esa que ellos no pueden oír.
Ruth Fernández acude a los Juegos de Río "muy ilusionada, sobre todo por ella", dice en referencia a su alumna.
"Es una deportista ejemplar. Ha pasado por todo tipo de baches y problemas y los ha superado todos", subraya con orgullo.
La entrenadora desea que estos Juegos sean "un premio a la carrera deportiva de Carolina". Y sabe que, sea cual sea el resultado, ambas lo verán como una victoria.
"Ella tiene la ilusión de una niña pequeña y está preparada para hacer una gran competición. Lo normal es que se clasifique para la final. Está preparada. Si no, no será ninguna derrota. No es fácil estar ahí con 30 años", destaca.
Ambas trabajan juntas en el Club Ritmo de León. Una magnífica cantera de gimnastas que sacó lo mejor de Carolina cuando esta pensaba en la retirada después de una etapa frustrante en Madrid.
Carolina cree que, cuando pasen los Juegos y diga adiós a la gimnasia, "en un primer momento va a ser un alivio" para Ruth.
"Ella se ha involucrado mucho conmigo desde muy pequeña. Al principio podrá respirar, ya no tendrá que comerse todo el calendario que tenía yo... pero luego imagino que echará en falta cosas de mis entrenamientos, o de competiciones en las que la he hecho vibrar como he vibrado yo sobre el tapiz", señala.
Y sospecha que quizá será más duro para ella misma que para la entrenadora.
"Para mí sí que se acaba. Pero ella va a tener a otras gimnastas, ya las tiene, de hecho, y las va a seguir sacando jugo. Se va sentir realizada con este trabajo que está haciendo. En mi caso", reflexiona, "trataré de enfocarlo de otra manera, ayudar a mis compañeras de otra manera... y hacer otra vida".
"Ella me echará en falta a mí y yo a ella, pero para mí se acaba y ella tendrá otro remanente", advierte Carolina.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar