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Rafael Lozano: "Cuando echo la vista atrás siento mucha nostalgia"

Quinto puesto en Barcelona 1992, bronce en Atlanta 1996 y plata en Sídney 2000. Ese es el resumen de la trayectoria olímpica del boxeador cordobés Rafael Lozano, quien en una entrevista a EFE repasa "con nostalgia" sus tres participaciones en unos Juegos Olímpicos.Lucía Santiago
P: ¿Se siente parte importante de la historia del boxeo español?
R: Sentirme no me siento así, pero los resultados están ahí y es verdad que van a pasar a la historia. Hay cuatro medallas olímpicas y dos de ellas son mías. Quieras o no quieras, eres historia del boxeo. Eso te da satisfacción personal pero soy bastante tímido y no soy de ir alardeando de los logros deportivos que conseguí.
P: ¿Tuvo la carrera soñada por un deportista?
R: Evidentemente, cualquier deportista quiere participar en unos Juegos Olímpicos y si tiene la suerte de subir a un podio, en dos ocasiones, es lo máximo. Eso es lo que sueña cualquier deportista.
P: ¿Qué siente al echar la vista atrás?
R: Mucha nostalgia.
P: ¿Qué recuerdo tiene de los Juegos Olímpicos?
R: En los Juegos de Barcelona era inexperto y todo me llamaba la atención. No pensaba que iba a conseguir grandes cosas en esos Juegos. Quedé e quinto lugar y fue satisfactorio deportivamente. En Atlanta ya iba con más experiencia, como subcampeón del mundo y con una ilusión totalmente diferente. Ya me sentía un deportista de alto nivel e iba a por el objetivo que nos habíamos marcado el equipo técnico y yo. El resultado fue una medalla de bronce. Sídney, en cambio, ha sido mi mayor logro en unos Juegos. No me di cuenta del valor de lo que conseguí hasta que llegué a España.
P: ¿Esa plata es la más especial?
R: Es la más importante. Conseguir una medalla de plata en unos Juegos Olímpicos te llena de alegría.
P: ¿Qué se sintió al competir por la medalla de oro?
R: No te das cuenta porque estás metido en la competición. Vas pasando eliminatorias y yo tenía la experiencia de ir a las competiciones y de estar siempre en semifinales y finales. Pero ves la repercusión que tiene, te dicen que en Córdoba han puesto una pantalla grandísima, que hay miles de personas que te están viendo y te sientes contento. Yo subí al ring fogoso y con el objetivo de quedar campeón. No pudo ser. Los jueces no vieron realmente el trabajo que yo estaba haciendo allí arriba. El combate fue parejo y luego la diferencia de puntos muy grande. No lo vi justo.
P:Con la perspectiva que dan los años, ¿diría que ganó una plata o que se le escapó la medalla de oro?
R: Gané la plata y si gané la medalla de plata es que no era para mí la medalla de oro. Sé que hice unos buenos Juegos, que pude conseguir una medalla de oro, pero los jueces no vieron lo que tuvieron que ver realmente en ese combate. Gané una plata y me siento supercontento de esa medalla.
P: ¿Cómo valora el hecho de haber estado en el podio en Atlanta y mantenerse cuatro años después en Sídney en ese lugar?
R: En Barcelona fue un quinto lugar. En Atlanta, un escaloncito más, bronce. Y en Sídney fue la medalla de plata. Siempre iba a las competiciones físicamente muy bien, mentalmente superfuerte y tenía la tranquilidad de que sabía que iba a dar el máximo. Mi pensamiento era que iba a ganar. Me objetivo siempre era mejorar, mejorar y mejorar y lo he conseguido. He tenido esa gran suerte de verme en un podio y luego en otro. Con los años se le da más valor.
P: ¿Volver a un podio olímpico como seleccionador es su reto?
R: Sería lo máximo, pero no un podio sino una medalla de oro. Si no la he conseguido yo, quiero que la consiga un deportista del equipo nacional que dirigimos el equipo técnico y yo. Si un deportista es medalla de oro no voy a pensar en que me ha superado sino en que soy partícipe de esa medalla.
P: ¿Los chicos a los que entrena le ven como el ejemplo a seguir?
R: Intento que vean cómo lo pude conseguir. Fui medallista olímpico porque me sacrifiqué, porque trabajé, porque luché y quise llegar a ese resultado. Ellos pueden también. El trabajo que están haciendo ellos es igual o mejor que el que yo hacía. Con poca experiencia a nivel internacional se están enfrentando a los mejores del mundo de tú a tú. Cuando vayan mejorando, no habrá quien los pare. Si yo pude, ¿por qué ellos no pueden?
P: ¿Se ve reflejado en alguno?
R: En todos ellos. Son deportistas que ponen el doscientos por cien. Desde que se levantan por la mañana están pensando en boxeo, dan el máximo y se cuidan diariamente la alimentación y las horas de descanso. Por eso sé que van a llegar. Sé que van a dar muchos días de gloria al boxeo español.
P: ¿Ha cambiado mucho la realidad del boxeo en los últimos años?
R: Ahora no hay necesidad. Vienen aquí, están estudiando, económicamente están bien, no tienen que salir de su casa y buscarse la vida. Ahora la vida es mucho más cómoda que antes. La lucha ahora es porque quieren boxeadores, antes era por necesidad.
P: ¿También para usted?
R: Yo era vendedor ambulante. De niño iba a las ferias con mi padre y siempre tenía dinero en el bolsillo. No me hacía falta pero mi padre era boxeador; mi tío también. No han sido campeones mundiales pero sí han estado vinculados al boxeo y siempre he estado vinculado a este deporte porque me gustaba.
P: ¿Qué le gustaría que le contaran de El Balita a un niño que está empezando a practicar boxeo?
R: Que era un deportista íntegro, humilde, siempre luchando por sus objetivos. El boxeo es como cualquier ámbito de la vida: lo que te propongas, tienes que luchar por conseguirlo. A mí por ser bajito no me querían en el equipo nacional. Yo les decía que por mi sacrificio y entrega primero me tenían que probar.
P: ¿Hasta que punto fue un hándicap su estatura?
R: Me decían que en la corta distancia me iban a llamar la atención por la cabeza, pero se dio la casualidad de que cuando entré estaban Manuel Pombo y Enrique Steiner. Ellos confiaron en mí plenamente. Había otro entrenador que era el que no me quería. Yo demostré que valía. A los dos meses me llevaron a una competición y saqué un oro y a la siguiente fui plata. Ya empezaron a darme ropa deportiva y a entrar por el aro.
P: ¿Qué papel jugó Manuel Pombo en su carrera?
R: Ha sido mi padre deportivo. Yo estoy de responsable del equipo nacional y le pedí que viniera como mínimo tres días a la semana para ayudarme. Lo quiero tener cerca para mi gloria o para mi fracaso. Es un referente y me da tranquilidad tenerlo al lado.
P: ¿Hay algún consejo que haya marcado su carrera?
R: De Manuel Pombo me he quedado con la disciplina, el respeto, la seriedad, la puntualidad. De cada uno intento coger lo mejor.
P: ¿Cuál es la mayor recompensa que le ha dado el deporte?
R: La mayor recompensa es seguir vinculando al boxeo, el deporte que me lo ha dado todo.

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