Guantazo en Anoeta
El Valencia CF perdió ante la Real Sociedad en Anoeta por dos goles a cero -obra de Jonathas- en un partido malo de los de Gary Neville que fueron de más a menos y sumaron su octavo encuentro consecutivo sin ganar.
El conjunto de Mestalla sigue inmerso en una gran crisis de juego y resultados y se llevó un nuevo guantazo en San Sebastián. Ante un equipo flojo, cargado de bajas y que llevaba cuatro partidos sin ganar, los valencianistas dieron de nuevo una flojisima imagen. Tras una primera mitad irregular, la lesión de Enzo Pérez en la segunda acabó por hundir a un equipo que había salido al ataque.
Nuevo giro de tuerca de Gary Neville, que ante la Real Sociedad salió de inicio con un ofensivo 1-4-4-2 en el que Mustafi recuperaba su sitio en la zaga y Rodrigo era el designado para acompañar a Paco Alcácer en ataque.
El resto del once, el habitual. Jaume en la puerta; Barragán y Cancelo en las bandas, Abdennour en el centro de la zaga junto a Mustafi. Enzo Pérez, Dani Parejo, De Paul y Mina en la medular, y arriba, el punta de Torrent que descansó en Copa del ey, era un fijo al que acompañó el hispano-brasileño de inicio.
El equipo mostró su ambición en los minutos iniciales. Quería llevarse los tres puntos por la vía rápida. Llevaba el peso del juego y, aunque no gozaba de demasiadas ocasiones claras, daba la sensación de estar más cerca del gol que la Real Sociedad.
Tanto De Paul como Mina y Rodrigo se movían como peces en el agua. La defensa adelantada de la Real les facilitaba la tarea. Parejo lanzaba al equipo y los estiletes pinchaban en la zaga realista. A la salida de un córner forzado por Rodrigo, peinaba Mustafi y el hispano-brasileño remataba al larguero. Parecía que esta vez el Valencia lo podía lograr.
Atrás, la aparición en escena de Mustafi aportó la calma y la contundencia para despejar el peligro y calidad y empaque para sacar la pelota, al menos durante la primera mitad.
Al descanso pidiendo la hora
La lluvia, omnipresente, complicaba cada vez más el juego. Dificultaba las combinaciones y las contras del Valencia que, con el paso de los minutos, fueron espaciándose más en el tiempo. La Real se asentó mejor en el campo y empezó a dominar la situación. Parejo no podía con Bruma y por ahí empezó a caerse el equipo y el juego. Por fortuna para las huestes valencianistas, su peor momento llegó con el descanso.
La segunda parte empezó con Cancelo en el banquillo, Orban en el campo y Abdennour con el tobillo medio reventado en la primera acción del encuentro que, además, pudo suponer el primer gol de la tarde.
La reacción del Valencia no se hizo esperar y Santi Mina tuvo un balón para empatar en el cincuenta, pero el gallego no le quiso dar de primeras con la izquierda a la asistencia de De Paul y terminaron por quitárselo. Ahí se acabó todo.
Jaume da la de cal y, con su defensa, la de arena
Jaume Doménech se convertía en el mejor jugador del equipo con tres intervenciones magistrales y Enzo Pérez se lesionaba. De nuevo un pinchazo en la parte interior del muslo izquierdo dejaba cojo al argentino y al Valencia que terminó por hundirse.
El Valencia entraba en una espiral peligrosa. La Real Sociedad cada vez atacaba más, Jaume Doménech se convertía en el mejor jugador del equipo con tres intervenciones magistrales y Enzo Pérez se lesionaba. De nuevo un pinchazo en la parte interior del muslo izquierdo dejaba cojo al argentino y al Valencia que terminó por hundirse.
El equipo sufría en exceso y Gary Neville sacó a Negredo por un desacertadísimo Santi Mina para tratar de sumar tres puntos de oro. Era su tercer cambio, quedaban casi veinte minutos por delante para ganar por fin en Liga. El bagaje era escaso, el empuje también. La Real que había perdonado lo indecible al final acertó.
En un centro sin aparente peligro desde la derecha, Orban no tapaba bien, Jaume no estaba afortunado en la salida y Jonathas con el pecho la empujaba solo en la línea de gol.
Sin tiempo para recuperarse, otra jugada calcada, Carlos Martínez centraba de nuevo ante la pasividad de Orban y Jonathas, esta vez de cabeza y con Barragán defendiéndole por detrás, hacá el definitivo 2-0.