El Sporting sale vivo
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El Sporting de Gijón logró un empate in extremis ante Osasuna (2-2), en un partido en el que sufrió un calamitoso arbitraje de Gil Manzano, el mayor obstáculo para los rojiblancos. Osasuna se adelantó en la primera parte y aumentó su ventaja en la segunda, cuando el Sporting reaccionó con los goles de Canella y Carlos Castro en dos minutos. La permanencia se queda a cuatro puntos a falta de cinco jornadas.
Con el 4-1-4-1 clásico de Rubi y la sorpresa de Babin por Amorebieta, el Sporting comenzó mandando en El Sadar, dominando la posesión y merodeando el área rojilla. Burgui tuvo la primera ocasión en el minuto 7, tras un buen toque de Cop para Carmona. Sirigu atajó sin problemas el disparo de Burgui.
Pero pasado el primer cuarto de hora, en el 17', el colegiado Gil Manzano y su asistente golpearon al Sporting, anulando un gol legal a Burgui. No había fuera de juego y en la siguiente jugada Osasuna se encontró con el 0-1. La puso Torres ante Douglas, Meré no despejó bien y terminó introduciendo el balón en su propia portería.
Un golpe que no acusó el Sporting, que seguía llegando con mucha facilidad al área rival. En una de ellas Duje Cop tuvo una ocasión inmejorable tras una buena acción de Burgui. Se quedó solo ante Sirigu, pero su tiro se fue rozando el palo izquierdo. Con el paso de los minutos el Sporting fue a menos, buscando en exceso a un Burgui que perdía cada balón que tocaba. Llegaron las imprecisiones, las interrupciones y así se llegó al descanso. Sin los rojiblancos llegando a las inmediaciones de Sirigu.
En la reanudación, el Sporting salió con decisión a por el empate. Y pudo haberlo conseguido en los primeros minutos si Gil Manzano hubiese señalado penalti sobre Burgui. Se lo comió como también perdonó la segunda tarjeta amarilla a Fausto Tienza. Increíble: tres fallos claves y todos en contra de los rojiblancos. Y pudo ser peor si la volea de Sergio León, en el 55', hubiese entrado entre los tres palos. Se fue por muy poco.
Pese a lo mucho en juego, el Sporting era incapaz de hacer daño al colista de LaLiga Santander. Nada de nada, sin disparar a puerta y concediendo contragolpes para la sentencia de Osasuna. Y llegó, el 2-0, en otra jugada mal defendida en la que Torres asistió a Kodro, que con un buen disparo batió a Cuéllar. Antes, el técnico Rubi había dado entrada a Víctor Rodríguez y Carlos Castro en detrimento de Carmona y Sergio. Sorprendió esta decisión, sobre todo por mantener en el campo al desaparecido Moi Gómez.
Pero cuanto todo parecía perdido apareció Mareo. Primero Canella, recogiendo un rechace en el área para disparar y batir a Sirigu en el 79'. Y solo un minuto después Carlos Castro, que para nada da pena como él mismo llegó a decir, controlando de cine un pase de Cop y definiendo mejor para hacer el 2-2. Intentó lo mismo en el 84', con un gran control pero esta vez falló ante Sirigu. Pudo hacer el 2-3 en medio del caos.
Ya en los últimos instantes el Sporting tuvo su mejor opción con una falta directa al borde del área. No estuvo bien Douglas en la ejecución y tampoco Babin en la segunda jugada. Así se terminó el partido, con el Sporting vivo pero con la sensación de haber dejado escapar otra oportunidad de oro.
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