"Nos favorecen más los campos en buen estado"
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Iniciativo del club: "El Pucela tira de paternalismo"
Mario Hermoso salió en el Carlos Tartiere del bache de minutos que ha vivido en las últimas semanas. El lateral madrileño se veía sentenciado tras la llegada de Nikos Karampelas y no formaba parte del once en las últimas cinco semanas. Su peor momento desde que llegó al Real Valladolid que se solventó cuando tuvo que sustituir al griego antes del descanso. En su comparecencia tras el regreso del equipo a los entrenamientos, el futbolista cedido por el Real Madrid aseguraba estar contento por su rendimiento en Oviedo mientras confirmaba estar capacitado para volver a asumir un rol principal tras la lesión para los próximos dos meses de su compañero.
Concentración en el banquillo
Entrar frío a un partido en juego, como tuvo que hacerlo Mario Hermoso en Oviedo, no es fácil. La lesión de Nikos no le dejó casi tiempo para calentar. Pese a ello, el madrileño dio su receta explicando el porqué de tan buen rendimiento. "Estaba viviendo el partido en el banquillo", confirmaba. Para él, "había que estar concentrado para entrar" porque era un duelo "difícil". Pese a ello, confesaba, que "me adapté bien a lo que pedía" y que salía del estadio "contento por volver a sumar minutos".
Con este encuentro, Hermoso regresaba al equipo. Después de varias semanas fuera de él, no se le notó el parón. Pese a que confesaba que "lo vives mal", aseguraba que no fue trágico porque "hay que estar preparado para volver". El jugador tiene que estar capacitado para afrontar los malos momentos y reforzarse de cara al futuro por lo que "nunca he bajado los brazos y he seguido entrenando". Tirando de tópicos futbolísticos y asegurando que "al jugador siempre le sorprende estar fuera" la madurez del jugador, de sólo 20 años, es tal que le lleva a asegurar que "no hay motivos para pedir explicaciones" al entrenador.
Sin argumentos para hablar con Miguel Ángel Portugal por su suplencia en las últimas semanas e, incluso, su no entrada en las convocatorias, Hermoso no se ve señalado para el futuro. "Con lupa no tenemos que mirar todos" porque "si queremos se ambiciosos y mirar al ascenso", la exigencia es para todos. El madrileño lo tiene claro.
Incomodidad
Cuestionado por su situación individual también era momento de preguntarle por cómo ve el tema que está marcando la temporada del Real Valladolid: el césped del estadio y de los Anexos. Pese a que afirmaba que "te acostumbras a vivir con ello" no dudaba en asegurar que no favorece al equipo. El Pucela, "un equipo vertical y al que le gustan las contras" para Hermoso, no se siente cómodo en un terreno de juego así. "A nosotros nos favorecen campos en mejor estado", afirmaba.
Por este último punto, el '36' del Real Valladolid se explica parte de los puntos que se han perdido en el estadio José Zorrilla. Esa pérdida ha destrozado al equipo y le han relegado a un puesto clasificatorio que no gusta pero sobre el que Mario Hermoso, en su nuevo rol o en el anterior, debe trabajar para "mirar al ascenso", como él pide, de tú a tú.