El problema del BMW Serie 3 que te encontrarás si lo vas a comprar

BMW presentó a finales del pasado año la nueva generación de una de sus berlinas más emblemáticas, la Serie 3. Un modelo que, con el paso de los años y las generaciones, ha ido ganando adeptos paso a paso.

Y con razón. Por diseño y prestaciones, esta berlina de tamaño medio es ya una de las mejor valoradas por los conductores. Eso sí, si vas a comprarlo, te vas  encontrar con un problema que no es menor precisamente.

El problema del BMW Serie 3

Y no es otro que el precio. Una de las versiones más exitosas es la del BMW Serie 3 320d que incorpora un motor turbodiésel de 190 caballos de potencia con una caja de cambios automática y una tracción trasera.

Este modelo en cuestión fija su precio de partida en ni más ni menos que 43.000 euros sin contar los 4.000 extras que llegarán si optas por la línea Luxury. Pero el problema no acaba ahí. Si estos 47.000 euros no te parecía pocos, los más de 60.000 euros que deberás abonar para poder tener un equipamiento premium de primer nivel quizás sí que lo hacen.

Obviamente los que se acercan a un concesionario BMW saben que no van a poder hacerse con un coche precisamente barato, pero no son pocos los que consideran que gastarse una cifra cercana a los 60.000 euros por un Serie 3 es cuanto menos una barbaridad.

Eso sí, si lo haces te harás con un modelo muy bien equipado ya que, entre otras cosas, podrás disfrutar de elementos como la dirección semiactiva, los faros con tecnología de tipo láser, el sistema multimedia con control gestual o el asistente de marcha atrás.

Además, el rendimiento de su motor no es precisamente menor. Alcanza los 100 kilómetros por hora en tan solo 6.8 segundos y es capaz de superar los 240 kilómetros por hora con un consumo medio de 4.2 litros cada cien kilómetros. Que valga la pena o no gastarse casi 60.000 euros en él es cuestión de opiniones. Muchos, desde luego, consideran que es excesivo.