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"Piratas del Asfalto", hospitalidad vallisoletana para los moteros foráneos

Inés MorenciaValladolid, 11 ene .- La concentración invernal Pingüinos se ha inaugurado hoy de manera oficial en Valladolid y en ella ya se han dado cita diferentes agrupaciones moteras, procedentes de diferentes puntos de la geografía española, para "hacer su hoguera" y acondicionar el que será su hogar hasta el domingo.
Una de las más madrugadoras ha sido el motoclub "Piratas del asfalto", que ya el domingo se asomaron a las instalaciones de la Antigua Hípica Militar para ir llevando la carpa o las tiendas de campaña, hacer acopio de leña y preparar el espacio reservado para dar cobijo a todo el que se acerque.
Porque el principal 'leitmotiv' de esta asociación vallisoletana es la hospitalidad, y por eso la pareja natural de Barcelona pero procedente de San Cristóbal de la Laguna (Canarias), Jorge y Marc Barragán, padre e hijo, los primeros moteros en llegar a la reunión, han acampado con ellos tras encontrar el mejor recibimiento posible en su primer año en Pingüinos.
De hecho, según ha explicado a Efe uno de los miembros de la asociación motera, Alberto Escribano, "para las personas que llegan de otras ciudades, más aún para las que vienen de sitios lejanos y que lo hacen por primera vez, sentir el calor humano y la cercanía de la gente es fundamental".
Las hogueras proporcionan calor físico, pero la amabilidad de quienes les rodean permiten disfrutar de un calor emocional y, en época invernal, con algún que otro grado bajo cero en el ambiente, ese calor nunca sobra, y la generosidad se convierte en el mayor regalo para los que se animan a acampar.
Emilio Téllez, catorce años de fidelidad a Pingüinos, incluso cuando estuvo trabajando en Barcelona o Francia, tiene claro que compartir anécdotas y risas alrededor de una hoguera "establece vínculos afectivos que se mantienen en el tiempo", y por ello considera al colectivo motero una familia en su conjunto.
Este soldador vallisoletano ha recordado que, durante su primera visita a Pingüinos, en 2004, en la sede que tuvo en Boecillo, resistieron catorce grados bajo cero, mientras que en los últimos años han llegado incluso a "comer en camiseta de manga corta", con temperaturas que rondaban los diez.
Paco Muñoz que, junto a Pedro Vega se encargan de cocinar para los ochenta miembros de la agrupación y los que se añadan, porque siempre acuden amigos y conocidos a pasar un buen rato y a saborear los pucheros, ya tienen pensados los menús para estos días, incluyendo una "huevada" el sábado, o garbanzos con callos, entre otros platos.
Mientras, Jorge y Marc ya son dos "piratas" más, después de haber realizado 1.300 kilómetros hasta llegar a Valladolid, tras pasar por Huelva y Portugal -dando un pequeño rodeo- y han destacado "las buenas instalaciones" de la nueva sede pingüinera, a la que seguro que volverán el próximo año para reencontrarse con sus nuevos amigos.
Aunque no les hará falta esperar a que llegue una nueva edición de Pingüinos, ya que esta agrupación realiza numerosas actividades durante el año en las que siempre se busca un proyecto social en el que colaborar, puesto que la solidaridad forma parte de su ADN y la expresan siempre que tienen ocasión.

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