El nuevo modelo, que combina la estética poderosa de un SUV con la deportividad y el dinamismo de un coupé, estará a la venta el próximo verano, y con sus 4,67 metros de longitud, entrará de lleno a un segmento en el que también acaba de aterrizar uno de sus futuros grandes rivales, el Porsche Macan.
Por dentro, busca también la deportividad rebajando la altura de los asientos delanteros en 20 milímetros con respecto a su hermano de marca X3, y con una banqueta trasera de dos asientos, que sin embargo está homologada para tres pasajeros. Su habitáculo se completa con un maletero de 500 litros, una capacidad más que respetable para un modelo de su categoría.
El nuevo BMW X4 estará disponible con tres motorizaciones diésel y otras tres gasolina, con potencias que van de los 184 caballos a los 313. En gasolina habrá un motor 2.0 litros turbo, con potencias de 184 ó 245 caballos, mientras que la oferta en propulsores diésel arrancará en un cuatro cilindros de 190 caballos que apenas consume 5,0 litros de media cada 100 kilómetros en ciclo mixto.
Todos los motores se combinarán con el sistema de tracción a las cuatro ruedas xDrive, con una caja de cambios automática de ocho velocidades (salvo el diésel de 190 caballos, que llevará una caja manual de seis marchas) y con las soluciones de ahorro de EfficientDynamics, como el sistema Start Stop, la propulsión por inercia, el programa ECO PRO o el sistema de recuperación de la energía de frenado.
En cuanto a su equipamiento, en función de la opción elegida se podrá optar por la dirección deportiva variable, el control de crucero activo, los faros de LED o el volante deportivo de cuero con levas para el cambio. No faltarán, por supuesto, la pantalla virtual BMW Head-up Display, así como todas sus funciones de control de la conducción y los sistemas de info entretenimiento.