Mercedes Clase C, una berlina con aspiraciones
El Mercedes-Benz Clase C es una de las referencias del segmento de las berlinas medias de lujo y cada nueva generación es noticia. En marzo veremos rodar al renovado C, aunque antes su presentación mundial tendrá lugar en el Salón de Detroit.
Para empezar tenemos que decir que el nuevo Clase C es claramente más grande, no en vano crece casi diez centímetros en longitud (ganancia que casi íntegramente se va a la distancia entre ejes) y también es cuatro centímetros más alto, aunque sus proporciones no se resienten en cuanto a elegancia y dinamismo.
Estéticamente es más continuista en el frontal (donde se podrá elegir entre los dos morros con la estrella tradicional o incrustada en la parrilla) que en la zaga, que toma el diseño de pilotos del Clase S y una caída de techo no tan deportiva pero si de inspiración CLA. Precisamente su hermano menor será uno de sus principales ‘rivales’, de ahí el notable incremento en la longitud del nuevo C.
El diseño interior sí que cambia notablemente, sobre todo en la configuración de la consola, que es de una sola pieza para las versiones con cambio automático dando continuidad al módulo con el túnel central (en las versiones con cambio manual la zona principal es más vertical). La pantalla del sistema multimedia es fija, con en los Clase A y CLA, mientras que los aireadores de ventilación pasan a ser todos redondos, y no solo los de los extremos como hasta ahora.
Pese al incremento de talla, el peso se ha reducido en hasta cien kilos, gracias al empleo de materiales ligeros (casi la mitad de la carrocería está construida en aluminio). Esto también facilita, junto a la nueva tecnología de los motores, que el consumo promedio de la gama se reduzca en nada menos que un veinte por ciento.
Hablando de motores, la gama inicial la compondrán el C 180 gasolina (1.6 turbo de 156 CV), el C 200 (1.9 de 184) y el C 220 CDI Bluetec, un diésel de dos litros y 170 CV. Poca oferta al principio, pero se ampliará rápidamente con motores gasolina más potentes (el tope será un V6 de 333 CV), diésel pequeños de origen Renault y una versión tope de gama de más de 200 CV e incluso motorizaciones híbridas diésel como el C 300 CDI Bluetec.
El chasis estándar de la nueva Clase C dispondrá, como es habitual, de dos variantes con suspensión metálica: el chasis confort y el tren de rodaje deportivo con altura rebajada en 15 milímetros. Además, será la primera berlina media Premium en ofrecer, opcionalmente,la suspensión neumática Airmatic con tres modos de actuación y función de autonivelación.
Clase superior
El nuevo Clase C no solo se va a inspirar en el Clase S en el diseño, sino que también incorporará algunos de los sistemas que se han estrenado en el portaestandarte de Mercedes-Benz. Se trata del equipo de cámaras frontales que dan cobertura a diversos dispositivos electrónicos como el control de crucero activo capaz incluso de parar y arrancar en atascos, el asistente de salida de carril, la frenada de emergencia automática o la detección de peatones.
Otras novedades interesantes del nuevo Mercedes Clase C serán el ‘head up display’ o el panel táctil para introducir números y letras directamente de forma gestual. Un ejemplo más del nuevo enfoque tecnológico de este carismático modelo de la estrella.