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Pienso, luego desisto

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Juan Carlos Aragón

El filósofo René Descartes (imagen: stayhungrystayfoolish.es)
El filósofo René Descartes (imagen: stayhungrystayfoolish.es)

Durante este otoño acabaré 'Los últimos versos del Capitán Veneno', poemario que supongo algunos leerán más allá de la firma. Pero sólo algunos. Lo he decidido así al comprobar durante el estío los pocos veraneantes que quedan ya sobre las hamacas sosteniendo un libro entre sus manos: a mí siempre me ha puesto nadar contra corriente. Adivino que el libro ha ido siendo sustituido por el celular, y el entrañable contenido de sus magistrales páginas por el emoticónico mensaje de wasap. Es una cuestión de opciones. La gente no ha dejado de leer. Es más exacto decir que ha dejado de leer libros. La diferencia es que, mientras un libro te hace pensar, un wasap te libera de la insufrible relación directa con el pensamiento, uno de los ejercicios más estériles de la posmodernidad. Y digo estéril porque pensar dentro de un sistema como el nuestro es igual que pasear sin dinero por un centro comercial. ¿Para qué? Lectura y pensamiento componen un feedback en el que no tienen sentido el uno sin el otro. Por eso no comparto la teoría de que hoy se lee menos: realmente, hoy se piensa menos porque la oferta de nuestro sistema social plantea alternativas del tipo Enter & Supr. Sí o no. Me gusta o no me gusta. Seguir o dejar de seguir. RT, favorito o bloquear. ¿Book? no; Booking.

 
Muchas veces me he reído de Descartes. He ridiculizado hasta la saciedad su descubrimiento del cógito, y más aún cómo ha sido celebrado por la filosofía occidental. Es un razonamiento que, por su evidencia, siempre situé a la altura de un tonto. Pero dado el desarrollo de nuestra civilización, hoy creo que Descartes fue un adelantado a su tiempo. Si la condición imprescindible para existir es pensar, la existencia del individuo contemporáneo está en seria amenaza. Existir implica algo más que tener un nombre, un coche, una tarjeta y un móvil. Ser, estar y existir son tres verbos distintos. Como mucho, el primero puede ser traducido por to be. Pero a los otros dos no los cubre el inglés. Y si me apuras, ni el latín. Así los hay que efectivamente son, están de vacaciones, pero no existen. Y no existen porque no piensan. Y no piensan porque no leen. Y no leen porque están todo el día haciendo el carajote con el móvil. Los americanos inventan, los chinos fabrican y el resto compra. Y lo peor, usa cuanto compra siguiendo sus instrucciones. Resultado: todos son iguales. Están en los mismos sitios, a las mismas horas, comiendo las mismas hamburguesas, bebiendo los mismos alcoholes y reproduciendo las mismas pamplinas, orales, escritas o codificadas. Pero EXISTIR es más que todo esto. Puede conjugarse en plural pero —ojo— no es un verbo colectivo, sino individual, porque es resultado del pensamiento, y nadie puede pensar por nadie. El hecho de permitir que el sistema piense por ti es muy peligroso, no sólo porque respondes afirmativamente a unos intereses que no son los tuyos, sino porque dejas de existir... sin darte cuenta, y esta muerte ontológica precede a la física, es decir, que te conviertes en un muerto viviente, perfectamente depilado y oliendo a Adolfo Domínguez, pero en un zombi al fin y al cabo.
No hay duda de que sin la duda se abandona el cógito y se extingue su posibilidad. Un libro puede ser un bálsamo. Puede devolverte al pensamiento y, con él, a la existencia. El único problema es saber si esta reflexión puede aún salvar a alguien o llega demasiado tarde. Cuando un ser que está de vacaciones confirma con su constante actividad en wasap que ha dejado de existir, ¿es posible que vea un libro como un amigo que le tiende una mano, o más bien como un inoportuno obstáculo que le impide seguir haciendo el carajote? No quiero decir con esto que los que no lean sean carajotes sino, simplemente, que han dejado de existir y, por tanto, no pueden pensar como para comprender esto. Por eso no insisto: pienso, luego desisto.
JUAN CARLOS ARAGÓN

5 comentarios

  1. grouchosfc

    Bravo cada vez que leo algún artículo de usted , Juan Carlos Aragon me doy cuenta de que muchos periodistas incluso de esta propia pagina son solo zombis a la intemperie como el titulo de la canción de Alejandro sanz .

    Lo dicho gracias por sus artículos algo para leer interesante en esta pagina web.

    Saludos

  2. Juan Aragón Lobatón

    Lo de cógito no figura en el diccionario de la RAE. Los chinos fabrican y los americanos venden aparte de otros, estos es globalización. El poder decide que la gente no piense sino que compre y eso lo consigue con una sociedad que se cree muy superior a la anterior inmediata. .Matizo pero ratifico todo lo que dices.

  3. Maricarmen

    Gracias por el hecho de recordar estás cosas en un mundo que a veces me despista

  4. Luky

    Parece que se está usted autodefiniendo, se nota que conoce de lo que habla. Un saludo playero

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